El diestro murciano Rafaelillo ha logrado cortar una oreja en el último festejo del ciclo de la Feria de Abril. Javier Castaño, que fue ovacionado cariñosamente tras el paseíllo al superar un cáncer, y Manuel Escribano fueron ovacionados. Corrida de Miura de notable presentación y alto grado de ‘toreabilidad’.
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Manuel Viera.-
Es un placer ver torear así de bien a un toro de Miura. Un toro que se frenó en el capote, que fue de largo al caballo y empujó en el peto para, después, tomar la muleta con aparente nobleza y humillada embestida. Rafaelillo consiguió hacerlo con el primero de la toreable ‘miurada’ en versión diestra de alta nota. Demostró aplomo y seguridad haciendo creíble lo dicho en una faena que hizo interesante desde los primeros cambios de manos y los ayudados por bajo. Y es que el murciano posee un precioso toreo, una satisfactoria técnica y una incuestionable aportación a la verdad.
En la estela del más puro concepto clásico ejecutó una faena limpia que fue antesala perfecta a lo que vendría después. Faena correctísima de templados y largos muletazos diestros hilvanados con toreros cambios de manos y excelentes remates de pecho. Serio, riguroso, relajado y con excelente gusto, fue capaz de incrementar la nota en tres buenos naturales abrochados con los de pecho cuando ya el ‘miura’ no quería más. Una lástima que el acero se le atascara, porque lo hecho era de oreja.
Triunfo que consiguió con el cuarto por rematar su obra con una excelente estocada con la que tumbó al toro sin puntilla. Antes, allí se fue, a las cercanías de chiqueros para plantarse de hinojos, vaciar la bruta embestida de salida con una limpia larga cambiada, y continuar con vibrantes lances a la verónica que intercambió con chicuelinas apretadas. No mostró, el ‘miura’, demasiadas fuerzas en el caballo aunque acudió de largo al peto. Tras el emotivo brindis a Castaño, continuó su toreo en la búsqueda del encuentro con la verdad. Ni un alivio, ni un paso atrás. Muy despacio hizo el toreo diestro con intercambios al natural de excelente trazo y considerable despaciosidad. Acabó el toro sin codicia y, esta vez, la estocada fue fin principal para alcanzar el ansiado apéndice.
El caso es que Javier Castaño ya triunfó con la maldita enfermedad y hoy venía a hacer lo mismo delante del toro. Emotiva y enorme fue la ovación que le brindó toda la plaza tras finalizar el paseíllo, y que él agradeció desde el tercio. Complicado por su falta de fuerza fue su primer toro. Los derrotes a la defensiva fue la constante de la lidia. Castaño le echó valor en los continuos intentos por trazar un muletazo limpio con la derecha. Pareció mejor la embestida por el pitón izquierdo, sin embargo el trazo del natural acabó también punteado. Tras un inoportuno pinchazo la estocada fue de órdago.
Las complicaciones del quinto se manifestaron desde su salida. Acortaba el recorrido con evidente peligro. Fernando Sánchez le pudo en banderillas con un extraordinario par saliendo de la misma cara del toro apoyándose en los dos palos. Javier volvió a jugársela sin éxito. Dibujó algún que otro muletazos diestro en las escasas ocasiones que le pasó por la tela, aunque sin humillar, revolviéndosele a velocidad de vértigo y buscándole el pecho con la cara por las nubes. Acabó con él de estocada casi entera.
Obvio es decir que lo mejor de Manuel Escribano fue la excelencia en el toreo a la verónica tras la demostración de valor y aguante en la primera de sus dos portagayolas. El contenido expresivo fue, de hecho, amplio e importante. Excelsos lances a compás, con ritmo y cadencia, con los que sublimó la verónica con extraordinaria pulcritud y cálida expresión; tanto que provocó el pasodoble tocado en su honor. Fue lo único en la lidia del tercer ‘miura’. Un toro mermado de fuerza que, tras su encuentro con el caballo, lo manifestó de forma considerable en los cuartos traseros. Con las banderillas no estuvo acertado el sevillano. Y fue aquí, al finalizar este tercio, cuando hizo acto de presencia en el ruedo un espontáneo que las cuadrillas, de inmediato, abortaron su intento de ‘suicidio’. Manuel, generoso en las formas, intentó el toreo diestro sin demasiada convicción; no obstante, consiguió con la izquierda correr la mano y dibujar el natural. Templados unos y rematados otros, no consiguió que lo hecho llegase a la gente. Tras la estocada le aplaudieron con fuerza su fenomenal toreo de capa.
El sexto se echó en el último tramo de los intentos de faena. Al toro le faltó casta y claudicó. Manuel poco pudo hacer más que intentos baldíos por transmitir un mínimo de emotividad con su toreo. Con la espada falló.
AL NATURAL |
Distintas
Francisco Mateos.- Hoy se han visto cosas distintas. La corrida de Miura es para eso: para ver cosas distintas; quizás por eso la esconden al final de la Feria. Quiero decir, que si la ponen en los primeros días, después el aficionado y/o público establecería comparaciones y va a querer que sea cada día algo parecido a lo de Miura. Quizás por ello también están desplazando la corrida de Victorino para el final de Feria… Así, como es en los últimos días, después de tanto aborregamiento y toro sin picar, resulta que el aficionado y/o público ve embestir un ‘victorino’ o empujar a un peto un ‘miura’ y dice: «¡Coño, pero si resulta que los toros pueden embestir con clase pero manteniendo la emoción, y empujar al caballo y ver un tercio de varas!». Pero ya no hay después más corridas para exigir esto en las demás corridas, que para eso dejan la de Miura para el final… La empresa, según comenta, trasladó la corrida de Victorino Martín de la preferia a la mitad de farolillos porque era una corrida que, por las dificultades que suele ofrecer, no era corrida propicia para un triunfo, y para la empresa es fundamental que en la preferia haya un par de triunfos para que el público se caliente y se anime. ¡Pues han estado fino con el cambio! Después de lo visto en la de Victorino y Miura hoy, si lo que quieren es emoción y que la gente mantengan el interés en las corridas y que sirvan para enganchar a venir a las siguientes, ¿qué mejor reclamo que poner estos hierros de Victorino y Miura como ‘cebo’ para aficionados? La corrida de Miura de hoy domingo ha registrado una de sus mejores entradas de los últimos años. Tres cuartos de plaza o algo más, pero con un sol de aficionados lleno, y los claros en esta ocasión en los tendidos de sombra de clavel y pijerío. dato a tener en cuenta. ¡Qué Maestranza tan distinta la de ayer sábado a la de hoy domingo! Juro que me senté en el mismo sitio, pero parecían dos plazas completamente distintas en menos de horas 24. Hay mucho que reflexionar por parte de todos. La Junta de Andalucía no puede seguir quedándose de brazos cruzados, contentos con tener un burladerito en el callejón. La presentación, la enorme bajada de exigencias, la suerte de varas, las increíbles concesiones de orejas…. Responsabilidad en gran parte de la Junta de Andalucía y los cuatro presidentes en los que confía. Ya es hora de una regeneración en el palco. La empresa ha logrado que las figuras vuelvan, y eso es un acierto y un éxito; ahora tiene que trabajar en averiguar por qué el público, el abonado, no ha regresado tras la normalización de los carteles. Queda mucho por hacer. Sevilla sigue estando en una situación preocupante en muchísimos aspectos. Y por último, como coordinador de estas páginas de información de cada corrida de la Feria de Abril, no puedo más que sentirme orgulloso y felicitar a todos y cada uno de los excelentes colaboradores que han aportado crónica, opinión, fotografías, versos o dibujos. Y por supuesto agradecerte a ti, lector, el fiel seguimiento a SEVILLA TAURINA. |
DIEZ GANANDO UN PASO |
Cosas que ni cambian ni deben cambiar
Javier García Baquero.-
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LA VOZ DEL ABONADO |
Con Miura nadie se aburre
Unión Taurina de Abonados de Sevilla.- Corrida bien presentada, en tipo de la ganadería, excepto el quinto, más bien terciado. Todos destacaron por su nobleza en mayor o menor medida, pero blandearon en demasía. Corrida de muchos detalles. El primero fue la gran ovación del público puesto en pie que recibió Javier Castaño antes de comenzar el festejo y que le obligó a saludar. El segundo detalle positivo fue el juego de los toros en el tercio de varas acudiendo prestos al caballo, empujando con clase y admitiendo castigo que nos hizo olvidar tanto puyazo simulado en esta Feria. Destacó en este tercio el picador Juan J. Esquivel, que al primero de la tarde administró dos buenos puyazos largando muy bien el palo, dominando la cabalgadura, ofreciendo el costado y dosificando el castigo. El tercer detalle fue la labor del banderillero Fernando Sánchez poniendo los palos en corto, por derecho, ganando la cara y salida garbosa. El cuarto detalle lo atribuimos al banderillero Jaime Padilla. Muy bien colocado en el tercio de banderillas del quinto toro, haciendo tres quites providenciales a Marco Galán. El quinto detalle, este negativo, es otro momento de ‘gloria’ del presidente señor Luque Teruel, que una vez más se sitúa al lado de los taurinos, privando a los aficionados de otro par de Fernando Sánchez al quinto, suponemos que para evitar otra mala actuación de Marco Galán. Cambió el tercio antirreglamentariamente con dos banderillas colocadas. La partida la ganó Rafaelillo, muy puesto para la lidia de este tipo de encaste. Buena colocación. Bien con el capote ante la media embestida de su primero. Mejor con la muleta, siempre planchada, toreo en redondo, dando sitio al toro, templando la acometida. Mató mal escuchando un aviso. En el cuarto mejoró su labor con la muleta. Los pases con más profundidad siempre muy templados dominando los tiempos de la faena y como mató a la primera fue premiado con una merecida oreja. Javier Castaño estuvo como descentrado toda la tarde. No debe ser fácil tras pasar el calvario de la cruel enfermedad asumir la responsabilidad de torear ‘miuras’ en Sevilla. El aficionado siempre estuvo con él, y a buen seguro que si las empresas confían dentro de poco volveremos a ver al Castaño de siempre. ¡Aúpa matador! Escribano salió muy dispuesto recibiendo a sus dos enemigos a portagayola. Lo mejor de la tarde fueron varios lances largos, mandones y profundos, rematados con una media de cartel al tercero del festejo. Este animal llega flojo a la muleta, trasmitiendo poco o nada, apagándose pronto y este material no es precisamente lo que requiere su toreo. El sexto también flojea, cara a media altura y se echa a mitad de faena. Careció de enemigos. |
LA CORRIDA, AL COMPÁS |
Sevilla, punto y final
Fernando Naranjo.- El cielo echó la capota Y esas batas de lunares Hay que ver lo que parece |
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De los toros a la Feria Como siempre llegó serio, Otra vez a gran altura |
LA PINCELADA (Pérez Indiano) |
Tres, son de nuevo tres, |
GALERÍA GRÁFICA (lamaestranza.es) |
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OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez) |
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LOS TOROS, UNO A UNO (Javier Martínez) |
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- Miura cierra Feria (Domingo, 17 de abril).