EN LOS MEDIOS

Tras la paz, rumbo a la normalidad

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«…Los toreros, que pedían la salida de la empresa Pagés para retornar a Sevilla, han llegado a acuerdos tras la salida de Eduardo Canorea, quien descalificara a los mismos. Con Ramón Valencia al frente, todos vuelven a contratarse (Manzanares ya lo hizo el año pasado) en una temporada que se antoja, a priori, muy interesante…»

Luis Nieto.-

     La paz tras la guerra que han mantenido la empresa Pagés y el extinto G-5 (Morante, El Juli, Manzanares, Perera y Talavante) ha devuelto la normalidad a la programación de la temporada en Sevilla en 2016. Los toreros, que pedían la salida de la empresa Pagés para retornar a Sevilla, han llegado a acuerdos tras la salida de Eduardo Canorea, quien descalificara a los mismos. Con Ramón Valencia al frente, todos vuelven a contratarse (Manzanares ya lo hizo el año pasado) en una temporada que se antoja, a priori, muy interesante por cuanto vienen apretando fuerte nuevos valores, entre ellos López Simón, Garrido y Roca Rey, que pisarán el ruedo maestrante junto a esas figuras que para ellos son hasta ahora sus referentes. Es evidente que los carteles han ganado con el retorno de esas figuras junto al nutrido grupo de nuevos valores y otros toreros emergentes. Y es una lástima que Talavante, quien atraviesa un momento sensacional, únicamente esté anunciado una tarde, al igual que Perera. Todo ello, prácticamente con el mismo abanico de ganaderías de siempre.

     Desde el punto de vista del aficionado que valora que la sangre de los toreros es un tributo que debe tener premio, es reconfortante encontrarse anunciados a David Mora y Jiménez Fortes, quienes han pagado un peaje muy alto.

     Este año, sin alternativas ni despedidas, como sucedió el pasado, sin efemérides, aparece un singular mano a mano entre Castella y López Simón, quienes ya han mantenido varios pulsos en plazas como Nimes y Lima.

     Es una pena que la corrida del Corpus haya quedado en una novillada. La idea de Morante de contar con José Tomás para esa fecha la hubiera revitalizado y dado mayor vigor a la programación. El de Galapagar, que se resiste a hacer temporada, es un astro y fenómeno social que llenaría la Maestranza hasta en el mismísimo 15 de agosto, como ya hizo en Badajoz o como ha abarrotado la Monumental de México, con unas cincuenta mil personas.

     San Miguel tiene un alto nivel, con carteles donde dos gallos nuevos, Roca Rey y López Simón, están combinados con Morante, Castella y Manzanares. En las novilladas aparecen las últimas promesas, con los sevillanos Pablo Aguado y Rafa Serna, quienes serán los únicos de este escalafón que harán doblete. Al igual que las bicicletas son para el verano, los rejones se han convertido en tradición para los domingos, en horario vespertino, tras desaparecer en matinal. En el primer festejo se contará hasta con seis toreros a caballo.

     De los locales están casi todos. Además de los que circulan por el circuito -Morante, El Cid, Escribano y Luque- han entrado Delgado, Fernández, Javier y Borja Jiménez, Moral. Se quedan fuera otros, como Vilches, Nazaré, Lama… y Salvador Cortés, quien en un comunicado se queja de su ausencia en las últimas cuatro ediciones y pide justicia tras haber cortado un total de 25 orejas en Sevilla, con el hito de que en una de sus salidas a hombros, por la Puerta del Príncipe, llegó a cortar cuatro orejas.


*Luis Nieto es periodista taurino. / Publicado en Diario de Sevilla.


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