«…el socialista Juan Espadas, aupado a la alcaldía de Sevilla gracias a los votos de Participa (marca en Sevilla de Podemos) e Izquierda Unida, se ventila de un plumazo el galardón del Ayuntamiento instituido por la anterior corporación, y denuncia a quien limpió la porquería antitaurina del monumento a Curro Romero.…»
Manuel Viera.-
Nada es lo que parece en este país curioso y preñado de sinsentidos. Y, si de congruencia hablamos, lo absurdo se multiplica hasta alcanzar el infinito. Y es que algunos parecen que siguen entreteniendo la vacuidad de su existencia haciendo pinitos contradictorios a costa de provocar el cabreo y la desconfianza en una gente que intenta, sin conseguirlo, adaptarse a este mundo, extraño y discordante, donde no hay ni un puto código de coherencia.
Es difícil de retratar esta España angustiada y recelosa colmada de risueñas irresponsabilidades. Así está esto. Lo que fastidia de verdad es la mentira que desmorona certezas sintiéndose uno más frágil, acechado y engañado que nunca. Víctima, sin más, de la falsedad interesada. Ese engaño incoherente y demagógico, que utilizan políticos agrupados en la misma sigla exhibiendo diferencias.
Sirva como ejemplo el caso del director general de Interior de la Junta de Andalucía, el socialista Demetrio Pérez, que nunca dejó de mostrar su afición por las corridas de toros y hoy trabaja por su defensa desde la altitud de su cargo, mientras otro, el también socialista Juan Espadas, aupado a la alcaldía de Sevilla gracias a los votos de Participa (marca en Sevilla de Podemos) e Izquierda Unida, se ventila de un plumazo el galardón taurino del Ayuntamiento hispalense instituido por la anterior corporación, y denuncia a quien limpió la porquería antitaurina del monumento al más querido representante de la tauromaquia sevillana, Curro Romero, ante la desidia del consistorio por hacerlo.
Todo esto instila una mezcla de indignación e impotencia en una gente harta de tanta conciencia vulnerable. Cansada de esta pujante pesadilla de lo ilógico en la que nadie es capaz de imponer una pizca de cordura. No sé si las nobles intenciones de la nueva Fundación del Toro y, sobre todo, esa recién nacida Plataforma de Acción en defensa de la Tauromaquia, formada por aficionados y creada al amparo de la Cátedra ‘Ignacio Sánchez Mejías’ de la Universidad de Sevilla, lograrán desenmascarar a tanto mentiroso y proteger de una vez la Tauromaquia desde el propio Estado, a la vez de hacer callar desde el mundo del derecho y los tribunales tantísimo insulto viciado. Y a otra historia.
*Manuel Viera es redactor y responsable de las crónicas de Sevilla Taurina. (manuelviera.com)
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