La dureza de una vida tan complicada como la de torero hace precisamente que se viva más intensamente cualquier detalle de la vida. Como muestra, un baño en la piscina del hotel de Maracaibo en el que están alojados los sevillanos Manuel Escribano y Esaú Fernández, que han toreado en Venezuela, se convierte en un instante de relajación de la tensión.
Escribano y Esaú relajan tensión en Maracaibo