El novillero sevillano David Martín ha cortado la única oreja de la novillada final del Ciclo de promoción de nuevos valores del toreo oreja y ha sido proclamado ganador por parte del jurado. ‘Juanito’ ha sido ovacionado y clasificado en segundo lugar. Emilio Silvera, que dio una vuelta al ruedo, tercer puesto.
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Manuel Viera.-
Lleno. Llenos los tendidos de la Maestranza. La mejor noticia en la anochecida de un día triste para el toreo. Otro más en el que aumenta la decepción por la actitud mezquina de un partido que se vende al bajuno precio del poder. Palma de Mallorca proclamada ciudad antitaurina con la ayuda de un PSOE que sigue desincentivando su credibilidad y aumentando la confusión. Sin duda, charlatanería sustentada en el engaño. Macabro juego de pactos.
El toreo mueve multitudes. Así quedó demostrado en el entradón que registró la plaza de toros de Sevilla en la novillada final de promoción. Gente deseosa del triunfo de sus toreros. Juventud que alegró el ambiente haciéndole un guiño al futuro. Bendita juventud que responde y acude a la función si le facilitan la asistencia y le ofrecen argumentos. Y los hubo, pese al decepcionante juego de los erales de González Sánchez-Dalp. Sobraron tres. Los tres primeros. Infumables, mansos, casi imposibles para el toreo. Con mal estilo, sin la mínima calidad en unas embestidas descompuestas y huidizas.
Fue el primero un animal rebrincado, complicado para la lidia. David Martín hizo lo imposible por buscar el triunfo. Se hincó de rodillas ante la puerta de chiqueros y no dudó un ápice durante una lidia de mucho querer y poco poder. No mató bien y fue silenciado.
Sí fue mejor el rajado cuarto, al que el aspirante de Castilblanco, tras vibrante portagayola y un inicio de faena acelerado e intermitente, mostró su buen nivel, sobre todo, en cuatro naturales enormes, hilvanados y rematados. Muletazos que abrieron las puertas a una recreación en la que el toreo de izquierda superó con creces al de derecha. En efecto, Martín no sólo entremezcló trazos con ambas manos, sino que introdujo los detalles personalísimos que le define en toreros adornos finales. Hundió el acero y paseó la oreja que le acredita como triunfador del ciclo.
Emilio Silvera se fajó con el repetidor quinto desde los primeros lances a la verónica, rematados con una excepcional media, hasta un final de faena en la que nos permitió disfrutar de matices de un toreo vigoroso y, a veces, sutil y natural. Le faltó acople en una faena discontinua, punteada, pero emotiva por su firmeza y actitud. Tras recibir una enorme paliza en los repetidos revolcones finiquitó con contundente estocada. Le pidieron con fuerza la oreja que, incomprensiblemente, el presidente no concedió. Ni el jurado lo tuvo en cuenta para una más justa clasificación. Con el manso segundo le echó voluntad y muchas ganas de agradar. Pinchó antes de introducir la espada y fue ovacionado.
‘Juanito’ torea con gusto, y gusta. Su concepto tiene tintes diferenciales, lo que hace que le llegue a la gente con inmediatez. Maneja el capote con estilo y lo mece con gracia no exenta de verdad. Con el manso y complicado tercero le fue imposible trazar dos muletazos seguidos. Valor, mucha firmeza y alguna muestra, incluso emotiva, de autenticidad en su toreo. Y poco más. Pinchó y todo quedó en una merecida ovación. Sin embargo, con el sexto, de mejor condición aunque exento de clase en sus repetidas embestidas, se lució a la verónica para realizar, después, una faena en la que combinó la esencia en algunos de los muletazos diestros con el excesivo punteo del trazo al natural. Toreo que se quedó también sin firmar.
Al finalizar el festejo el jurado designó triunfador del ciclo a David Martín, en segundo lugar clasificó a Juan Silva ‘Juanito’, y en tercer lugar a Emilio Silvera. Los tres finalistas recibirán de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla un traje de luces, un copote de paseo y un capote de brega, respectivamente.
AL NATURAL |
(En breve)
Francisco Mateos.- (En breve). |
GALERÍA GRÁFICA (Arjona) |
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