Los diestros sevillanos Manuel Escibano y Salvador Cortés han medido fuerzas esta tarde en Écija. La balanza se inclinó de parte del de Gerena, que ganó por cinco orejas a dos. Aunque los toros de Gabriel Rojas fueron manejables, Escribano tuvo más suerte en el sorte y se llevó mejor lote para las faenas.
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José Luis Sequera.-
Se medían esta tarde en mano a mano los sevillanos Manuel Escribano y Salvador Cortés. Un auténtico duelo al sol en la llamada ‘sartén de Andalucía’, en Écija, y a fe que hizo calor hoy en Écija a pesar de que aún lo peor está por llegar… Y lo mejor del festejo llegó de la mano de Manuel Escribano, que se impuso finalmente en este ‘cara a cara’ con Cortés, cortando cinco orejas por las dos que logró Salvador.
Escribano le cortó la primera de las cinco orejas al astado que abrió plaza, un cinqueño al que puso banderillas de forma lucida. El toro de Gabriel Rojas era hondo, noble pero se vencía para los adentros. El de Gerena se fajó con él y le sacó tandas buenas por el pitón derecho. Se gustó más Escribano en el tercero, un toro que le permitió torear despacito, ligando los muetazos por la mano diestra con los de pecho y llegando a los tendidos de forma rápida. El toro no duró mucho y se rajó. Allí, al refugio de las tablas, montó la espada para agarrar una buena estocada, cortando dos orejas. Cerró su notable actuación Manuel Escribano con el quinto, un animal de áspera condición y que resultaba deslucido en los primeros compases de la lidia. De nuevo valiente y entregado en banderillas, en la faena fue haciéndose con el toro, muy por encima de sus condiciones, logrando sacar lo bueno que encerraba dentro. Su entregada y decidida labor le valieron otras dos orejas.
Salvador Cortés torea en Écija como si fuera su casa. Dos orejas le cortó al segundo -primero de los tres de su lote-, destacando su buen toreo de capote. Faena de menos a más, destacando los largos y templados naturales. Su segundo -el cuarto del festejo- no tenía fuerzas. Tuvo que emplearse el torero de Mairena del Aljarafe para sacar lo poco que tenía el toro. Toreo insistente de Cortés hasta terminar de exprimir al astado. El último de la corrida astigitana, mansito y reservón, no dejó estar a gusto a Salvador. A pesar de que se llevó el peor lote, no escatimó esfuerzos y se mostró dispuesto también con este último, demostrando muchas ganas pero sin conseguir una faena lucida. Los pinchazos con la espada dieron paso a dos avisos.
Al final del festejo, los dos toreros salieron a hombros del viejo coso de Pinichi.
GALERÍA GRÁFICA (Eduardo Porcuna) |
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OTRAS IMÁGENES (Eduardo Porcuna) |
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