El diestro jerezano Juan José Padilla le ha cortado una oreja a una interesante corrida de la ganadería de Jandilla. Miguel Abellán ha sido ovacionado en su lote de toros, al igual que el granadino David Fandila ‘El Fandi’, que ha puesto los tendidos en pie con sus espectaculares pares de banderillas.
|
|
||||||||||||
Manuel Viera.-
No cambia. Y si lo hace es buscando aún más la superación. Su concepto sigue siendo el mismo y la forma de desarrollarlo semejante. Volvió a sorprender a un público deseoso de su triunfo con la aparente facilidad del juego de la vida. Portagayola limpia y transparente, más dos largas cambiadas de rodillas de propina. Ya en la vertical la verónica se hace presente y la cogida se representa espeluznante. Trágica. Tendido queda en la arena de albero, casi inerte, hasta que su gente le rodea y lo tapa sin que la plaza sepa lo que pasa. Un pantalón vaquero le cubre el aparatoso destrozo de la taleguilla. Y estalla la ovación.
Las banderillas, en tercio desigual, fluyen sin esfuerzo. Después, cercanía, empuje, quietud, fuerza concentrada, con un primer toro de Jandilla complicado por su pitón izquierdo y con recorrido en las telas. Juan José Padilla carga su toreo de intensidad. En su tiempo causó sensación. Hoy, sigue igual. Muerto el toro, de media estocada y cuatro descabellos, dos antitaurinos saltan al ruedo y escenifican su defensa. ¡Cobardes!
Con el noble y sosote cuarto clava banderillas con total facilidad. No sin esfuerzo agotó todas las posibilidades de triunfo. A su manera exhibe su toreo vibrante y, a veces, hilvanado. Es todo fuerza en su enorme actitud y altas dosis de valor. De contundente estocada tumba al morlaco. La oreja del triunfo no se hace esperar.
Tras resolver, con limpia larga cambiada, el saludo de rodillas delante del portón de chiqueros, Miguel Abellán protagonizó un inicio de faena que sirvió para ilustrar su actitud con el noble y desfondado segundo. Derecha templada e izquierda bien dibujada. Pero sin emoción. Y buena espada para acabar y ser ovacionado.
Basto, alto y feo de hechuras fue el soso quinto, venido a menos. El madrileño, en un trasteo con algún matiz de buen gusto y buenos muletazos diestros, aprovechó las más claras embestidas a un toro al que le faltó humillar. Aislados trazos con la izquierda apagaron una lidia sin demasiado contenido. Pinchó y su quehacer fue silenciado.
Un espectacular tercio de banderillas al sexto del encierro ejecutado por El Fandi puso en pie la plaza. La ovación tras el último doble par estalló con la fuerza de la pasión. Fue la segunda más larga e intensa de la tarde. Y poco más, porque el ‘jandilla’, venido a menos, y la anodina faena de el granadino acabaron con la función.
Tampoco con el tercero, un remiendo de Fuente Ymbro con transmisión en sus encastadas embestidas, supo David Fandila ir más allá de un interesante galleo por chicuelinas y unas vistosas zapopinas, porque, en esta ocasión, clavó con desigualdad banderillas. Después, con ese toreo mordaz y con aires populares, hizo disfrutar a sus muchos partidarios. Tras la media estocada su gente pidió el apéndice. Al final le ovacionaron.
LA VOZ DEL ABONADO |
To el mundo es güeno
|
Unión Taurina de Abonados de Sevilla.- Llega como todos los años la corrida del aplauso fácil y del ‘to el mundo es güeno’. La autoridad colabora aprobando toros colaboradores o manejables, como se dice hoy. Poco importa que el segundo y tercero fueran novilletes indecentes y que el primero sea un zambombo. Poco importa que se pidan orejas a faenas vulgares. Poco importa que el presidente desconozca el Reglamento y cambie el tercio de banderillas cuando ejecuta el matador. En el primero de la tarde pudo producirse una tragedia al ser empitonado Padilla de mala manera después de tres largas de rodillas. Afortunadamente este torero de auténtica raza se repuso y continúa en la plaza como si nada le hubiera pasado. Padilla, voluntarioso con capote, en banderillas y con la muleta, recibe una oreja como premio a su entrega y pundonor. Abellán lo intenta, pero su labor llega poco a los tendidos. Pases enganchados, media altura, fuera de sitio. Pasa desapercibido. Fandi, en su papel. Lo hace como nadie. Levanta el ánimo del público con ese derroche de facultades en banderillas y eso por sus incondicionales es muy apreciado. Los aficionados deseando termine este tostón cuanto antes. |
PATIO DE ARRASTRE |
Cuestiones desconcertantes
|
Sixto Naranjo.- Las plazas de toros tienen ciertas tardes que están más cercanas a parecerse a un manicomio que su verdadero cometido de palenque taurino. Reacciones del público, de los protagonistas del ruedo, que le dejan a uno pensativo. Tanto como ver como a un torero al que se le ha pedido una oreja, se le deja después sin vuelta al ruedo ni se le obliga a darla. Eso pasó con El Fandi este sábado. A poco, y queda silenciado si no arrancan una palmas. O que al mismo Fandi se le aplaudan sus continúas carreras. El toreo dicen que es despacio y a compás. Al granadino no le va esa máxima. Todo es a base de carreras, para poner banderillas, para brindar, para salirse a los medios, ¡qué fuelle, por Dios! Y para rematar, la moda de los artistas anónimos que asoman por los tendidos para cantar algo al torero que está en plena faena. Hoy fue Padilla al que le alegraron desde una grada con un cante. Por no hablar de las continuas peticiones de música a la banda del Maestro Tejera. ¡Qué pesados se ponen algunos y qué a destiempo hablan algunos! *Sixto Naranjo es director del programa ‘El albero’ de la Cadena Cope. |
GALERÍA GRÁFICA (lamaestranza.es) |
||
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
 |
 |
 |
 |
 |
 |
OTRAS IMÁGENES |
||
|
|
|
|
|
|
|
