El rejoneador sevillano Diego Ventura ha cortado tres orejas y ha salido a hombros, por décima vez, por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza. El jinete onubense Andrés Romero ha paseado dos apéndices del sexto toro de Bohórquez, y una oreja le cortó al cuarto astado el portugués Rui Fernandes.
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Manuel Viera.-
Tiene el encanto natural de los grandes, un increíble y fácil dominio del caballo, y una quietud delante del toro apabullante. No hay quien lo pare. Y así, tarde tras tarde, deleita y enloquece a la gente con una tauromaquia distinta y al filo de lo imposible. Dotado de un extraordinario valor y un talento de privilegio, Diego Ventura fue capaz de emocionar con un sólo quiebro, y un caballo excepcional, ‘Sueño’, le hizo realidad el sueño de abrir por décima vez la ansiada Puerta del Príncipe.
Sin embargo, no hubo el recital de toreo a caballo habitual del sevillano-portugués. Ni mucho menos. Sí tuvo la virtud de encandilar y emocionar tras quebrar y clavar al estribo con el extraordinario caballo que, de forma genial y valerosa se dejó venir la galopada del noble quinto, le anduvo despacio para atrás, se quedó quieto, quebró, y el palo quedó en lo alto del buen toro de Fermín Bohórquez mientras la plaza estallaba en clamor. Fue la más alta cota de emoción alcanzada en la tarde. Porque a pesar que esperó muy cerca las embestidas, y expuso con enorme valor en la distancia corta por los adentros metido en tablas, pasó en falso en ocasiones y, en otras, fueron alcanzadas las cabalgaduras. Bastó el rejón de muerte, y dos excesivas orejas fueron a sus manos.
Más parado resultó el segundo, al que le cortó la oreja tras un rejonazo fulminante. Antes se había lucido con ‘Nazarí’ galopando a dos pistas para templar la embestida con pasmosa suavidad. Clavó haciendo las suertes muy despacio hasta que, desfondado el toro, se vio obligado a pasar en falso. Para acabar, a toro parado y montando a ‘Remate’, con banderillas cortas al violín en una labor técnica y arriesgada. Y otra vez, y van diez, se lo llevaron a hombros por la puerta de la gloria. En esta ocasión sin alcanzar el sobresaliente cum laude. Un regalo de ‘Sueño’.
Andrés Romero demostró valor y sinceridad en su toreo a caballo durante toda la tarde. No anduvo bien con el tercero, un toro con acometividad, con el que sumó algunos intentos fallidos al salirse de las suertes la cabalgadura. Logró dejar arriba banderillas citando de frente, para lucirse con ‘Bambú’ al clavar las cortas. Tras dejar medio rejón trasero necesitó del descabello.
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Sí tuvo un comienzo emotivo al recibir al sexto adentrado en la bocana de chiqueros y torear después sirviéndose del marsellés. Quebró y clavó al estribo con ‘Guajiro’, adornándose tras la suerte con llamativas piruetas. Finalizó con banderillas cortas montando a ‘Bambú’. Rejón de muerte y dos orejas de un palco demasiado benévolo. |
Clásico y templado fue el rejoneo de Rui Fernandes. Lo hizo en los primeros compases de la lidia. Después se mostró fallón con la cansina embestida del primero, y clavar demasiado a la grupa. Se adornó con piruetas delante de un toro casi parado antes de dejar un bajonazo infame.
lA cuarto le cortó la oreja tras una labor con altibajos. Destacó al clavar de frente y al estribo y, sobre todo, hacerlo al quiebro de forma notable. Finalizó clavando tres rosas de forma desigual y rejón arriba que bastó.
GALERÍA GRÁFICA (lamaestranza.es) |
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