Tarde de éxito

La tercera de la Feria de novilladas de La Algaba se ha saldado con el triunfo de Juan Márquez, Álvaro García y el algabeño Luis Vázquez, cortando dos orejas cada uno ante erales de la ganadería de Hermanos Expósito, que fueron manejables. La plaza registró casi lleno en los tendidos de la pintoresca plaza.

Teresa Carreto.-

     La tercera novillada de la Feria de La Algaba ha tenido un excepcional ambiente en los tendidos. Al comienzo del festejo se dio suelta a dos becerras para una clase práctica por parte de los jóvenes alumnos de la Escuela Taurina de La Algaba. En ellos se vieron reflejadas las ilusiones y sueños de los que empiezan a querer ser torero.

     El primer actuante, Juan Breso, jugó bien los brazos con el capote a un eral que repetía en la embestida, rematando con una media en el centro del ruedo. De muleta realizó una faena aseada basada en la mano diestra, dejando pases de calidad pero que no llegaron a calar en los tendidos. Su labor fue silenciada tras un aviso.

     El sevillano Juan Márquez, alumno de la Escuela de La Algaba, recibió a su oponente con una larga cambiada y verónicas con gusto. Brindó al público para dejar una faena de buena nota en la que destacó una serie al natural. Se le coló varias veces el novillo por el pitón derecho; aun así le puso entrega y torería. Mató de estocada algo tendida y le concedieron dos orejas.

     Álvaro García abrió el compas con el capote toreando bien a la verónica. De muleta basó su faena en la mano diestra, por donde consiguió excelentes pases al novillo que le tocó en suerte. Por el pitón izquierdo sólo apuntar una serie al natural. Mató de pinchazo y estocada, y le concedieron las dos orejas.

     El algabeño Luis Vázquez recibió un fuerte golpe del novillo lidiado en tercer lugar, al que le realizó el quite. En el suyo no dudó en irse a la puerta de toriles a esperar a su oponente. Casi lo arrolló el eral, salvando con solvencia la situación. Jugó los brazos a la verónica, rematando de revolera. De nuevo echó rodillas en tierra con la muleta par dar comienzo su oportunidad con la muleta, llevando al novillo bien toreado y rematando ligado con los pases de pecho. Varias tandas de derechazos de buen corte, rematando la faena con unas ajustadas manoletinas. Mató de estocada casi entera y le concedieron dos orejas. 

GALERÍA GRÁFICA (Teresa Carreto)