CUADERNOS DE TAUROMAQUIA

La Feria de Sevilla toma cuerpo (por decir algo)

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Una Feria completamente 'sorprendente'.
Una Feria completamente 'sorprendente'.

«…no serán dos ‘miuras’ los que lidie Escribano, sino tres, porque en el revuelo Simón ha colado a su otro torero, Daniel Luque, para que compita con el paisano en insólito y vecinal mano a mano. La alcaldesa de Gerena les quiere poner una calle a los dos. ¿A Escribano y a Luque? Noooo. A Simón, y a Casas. Qué arte, productor…»

Álvaro Acevedo.-

     Por primera vez en varias centurias, la corrida de Miura no se lidiará el domingo de farolillos; Morante, Juli, Manzanares, Talavante y Perera no aparecerán en los carteles; la casa Matilla acaparará puestos a mansalva; los toreros amigos, por muy de vuelta que anden, serán la base del ciclo; se premiará a todo aquel que sea barato; y en Senegal están consternados una vez confirmado lo de que José Tomás no le hará caso a Canorea. La Feria de Sevilla toma cuerpo (por decir algo).

EL CASO MANUEL ESCRIBANO

     Los toreros se ponen en manos de las empresas temerosos de que el perverso sistema que han montado los cuatro mandarines del negocio acabe arrinconándolos, pero la táctica, a veces, puede tornarse en ruinosa. Manuel Escribano sustituyó a El Juli hace un año y dio una tarde de toros colosal que hubiese merecido –si el toreo no se midiera en números– la salida por la Puerta del Príncipe. De la diferencia entre lo que iba a ganar Julián a lo que le dieron a Manuel Escribano prefiero no pronunciarme: por falta de pruebas y por exceso de grima, la verdad. Menos de un año después (las vueltas que da la vida) dicen que aparecerá cuatro tardes en el abono, lo cual me inquieta muy mucho conociendo los bueyes con los que aramos. Unos, los empresarios de Sevilla, que no le hablan de dinero ni al Registro Mercantil, como hemos conocido últimamente; otro, el nuevo coapoderado de Escribano, empresario colega de los anteriores conocido, entre otros logros, por no preguntar a la parte contraria ni a qué hora empieza la corrida.

     Para colmo el ínclito Simón Casas –autodenominado ‘el productor de arte’– ha permitido que la primera de las cuatro tardes de Escribano vaya a ser la de Miura. Al chaval, la cicatriz de la casi mortal cornada de hace cinco meses en un pueblo madrileño le llega al esternón, así que para abrir boca… ¡qué mejor que dos criaturas cárdenas con más de 600 kilos! Y si luego hay un pisotón, que las de Jandilla y compañía las mate Morante. ¡Ah! no, que ese no viene… Por cierto, que no serán dos ‘miuras’ los que lidie Escribano, sino tres, porque en el revuelo Simón ha colado a su otro torero, Daniel Luque, para que compita con el paisano en insólito y vecinal mano a mano. La alcaldesa de Gerena les quiere poner una calle a los dos. ¿A Escribano y a Luque? Noooo. A Simón, y a Casas. Qué arte, productor…

EL DESEMBARCO MEXICANO

     Algún cachondo se inventó que Morante había convencido a sus compañeros para hacerle la cucamona a la empresa Pagés con dos objetivos. El primero, forzar a los maestrantes a rescindir el contrato con los cuñados; el segundo, y en consecuencia, seducir a la Maestranza para que le otorgara la explotación del coso al propio apoderado de Morante, poseedor de una de las fortunas más consolidadas de América.

     Lo más curioso es que semejante ‘exclusiva’ fue recogida con una candidez sospechosa por varios periodistas que se encargaron de lanzar la bomba fétida sin una sola prueba que les amparara, e incluso exigiendo alguno de ellos (hace falta ser necio) que el resto de la prensa se manifestara ante la supuesta maniobra del de La Puebla, que por lo visto se había convertido de repente en Al Capone. Aquí el único desembarco mexicano será el de Joselito Adame, hace un año vilmente pisoteado por la empresa, y ahora, sorpresivamente contratado para tres tardes cualquiera sabe a qué precio. Matador: los toros son a las seis y media.

LA TÁCTICA DEL VENTILADOR

     La prensa amiga –cuyo papelón ha sido memorable– puso un ventilador con lo del ‘Falcon Crest mexicano’ y, para que hubiera corriente, en la otra ventana enchufó el de Galapagar pasando por Estepona. O sea, que José Tomás se estaba planteando la posibilidad de torear en Sevilla el Domingo de Resurrección ante la suculenta oferta que le había hecho la empresa. Sí, la misma empresa que días antes lo había mandado al África Negra. Como verán, todo tenía muchos visos de realidad. Anacleto, la verdad, lo hubiera hecho mejor.

FANDIÑO, EN SU SITIO

     Si aquí hay multicontratos hasta para el apuntador, que Iván Fandiño sólo toree dos tardes es una buenísima señal. En primer lugar, porque de haber sido un torero barato hubiese venido como Curro en la época del cada vez más añorado don Diodoro: a cinco. Y en segundo lugar, porque no olvidemos que Fandiño se quedó fuera de la Feria en 2013 y este año lo han llamado no vamos a decir que el antepenúltimo, pero casi. La sensación es que Iván no ha nacido para hacerle el juego a nadie porque además para eso ya están los toreros afines a la causa empresarial, que triunfen más o menos siempre aparecen en las ferias. Sin rechistar. A semejante modus operandi le llaman algunos ‘tirar del carro’ y ‘dar la cara’. Pues vale.

MATILLA Y LOS COMUNISTAS

     Cuentan las malas lenguas que cuando lo de G-5, Eduardo Canorea marcó el móvil de Toño Matilla para decirle de todo menos comunista, acepción que, para estos empresarios justos, ecuánimes, dialogantes y desprendidos, no es un insulto, evidentemente. El hombre se sentía traicionado al entender que Matilla estaba al tanto de todo pues su torero estrella, Manzanares, andaba metido en el asunto hasta las trancas. Pero Toño es el de más habilidad de Europa y ha tardado pocos días en mitigar tan mal rollito.

     A saber, en representación de la casa Matilla aparecerá en los carteles una ingente cantidad de nombres, hasta el punto de que será difícil encontrar alguna combinación en la que no se aprecie la sombra alargada del negociante salmantino, de una u otra manera. A todo esto, dos de los poquísimos que saben torear, Finito de Córdoba y Diego Urdiales, no suenan de momento para ninguna de las combinaciones. Finito, porque aunque lo lleve Simón Casas tiene la mala costumbre de no dejarse contratar por cuatro duros. Y Urdiales, porque como le pegue veinte pases a uno de Victorino, puede dejar a más de un torero amigo (de la empresa) en evidencia. Su apoderado se ha llevado tres días en la puerta de las oficinas, y ni se han dignado a recibirlo. Los comunistas…


*Publicado en el blog de cuadernostm.com

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