El torero Raúl Gracia ‘El Tato’ y la modelo y empresaria sevillana Raquel Revuelta, que son pareja en la actualidad, han protagonizado un nuevo ‘mano a mano’ de la Fundación Cajasol, buscando las conexiones entre el mundo de los toros y la moda. El Tato ha agradecido una vez más el cariño que siempre le ha tenido Sevilla.
Redacción.-
El matador de toros Raúl Gracia ‘El Tato’ y la modelo y empresaria sevillana Raquel Revuelta han sido los protagonistas del nuevo ‘Mano a mano’ de la Fundación Cajasol que ha llevado por título ‘El toro y la moda’, en el que se han abordado ambos temas buscando las conexión entre dos mundos, a primera vista, muy dispares y alejados. «Estar de moda o ser moda», así ha dado comienzo este nuevo encuentro. «La fiesta debe estar siempre de moda. Quizás estemos atravesando momentos difíciles y también en el mundo del toro, pero no deja de estar de moda», indicó Raquel Revuelta. Según El Tato, «la moda es algo caduco, pasajero. La Fiesta de los toros no es algo que dependa de una moda; está más de moda que nunca, aunque se hable mal se está hablando más que nunca de ella».
«La estética del toreo antes no estaba sólo en la plaza: trascendía y se llevaba a la calle. Hoy en día está todo más democratizado y el torero se permite la licencia de vestir normal y caminar de una manera normal, que antes sí se llevaba fuera de la plaza. Sí lo sigue haciendo Morante; él es de ese grupo de personas que reconoces incluso sin saber que es torero. Después está la conducta, estoy ahora en situación de poder afirmar que el torero es torero en la plaza y fuera de ella. El torero es torero siempre, yo no entendía mucho, hasta ahora mi experiencia era la de una sevillana que vive la cultura de su ciudad. Estoy disfrutando de lo que estoy aprendiendo. Entiendo todas las opiniones pero el desconocimiento, quizás, es lo que crea el rechazo a priori», reflexionó Raquel sobre la Fiesta.
Aquí el tercio cambió a un tema algo más personal, y es que la sevillana lleva dos años de relación con el torero, y en este sentido declaró: «Estoy conociendo el mundo del toro como espectadora pero desde dentro y valoro más todos los detalles. La estoy viendo desde el punto de vista de apoderado, empresario, público, torero… siempre en pequeñas pinceladas”.
El Tato corroboraba las palabras de la sevillana, afirmando que está muy involucrada en el arte y el mundo del toro, conociendo un mundo nuevo desde su esencia, desde el interior. «La Fiesta de los toros es atrayente a simple vista, te va metiendo por los ojos más de lo que yo le puedo contar. Ella está haciendo un master porque los toreros somos muy intensos, y es un mundo en el que mientras más sabes más te queda por saber», replicó El Tato.
En cuanto a las conexiones con la moda, Raquel Revuelta se remitió a la historia: «El traje de torero ha evolucionado con el tiempo, cada uno se vestía como podía en el siglo XVIII. Y me parece curioso que fue en la Maestranza el primer lugar donde se puso un ‘uniforme’, y luego Paquiro que fue el pionero en estudiar la indumentaria del torero». La modelo hizo especial hincapié en que el traje de luces no es sólo un traje, «el traje de torear es un traje a medida, son verdaderas obras de arte. Muchos toreros a veces, desde mi humilde punto de vista, participan demasiado en el diseño del traje y si se dejaran aconsejar y asesor irían mucho mejor vestidos. Ellos no tienen por qué saber de trajes, sino de torear», declaró Raquel. Ambos coincidieron en que es importante que grandes nombres de la moda se acerquen al mundo del toro como inspiración.
Para finalizar el encuentro, moderado por José Enrique Moreno, se explicó la evolución profesional de Raquel, de modelo a empresaria. Por su parte, Raúl no quiso perder la ocasión de agradecer a Sevilla cómo le ha tratado siempre, recordando la importancia de la capital hispalense en su carrera, y señalando que siente que esta ciudad le ha abierto los brazos desde la primera vez que vino.