«… A los festejos de la Feria de septiembre se sumaba aquella corrida del día de Andalucía que llegó a convertirse en el pistoletazo de salida de la gran temporada. ¿Por qué se perdieron aquellos años prodigiosos? ¿Quién o quienes fueron los culpables?….»
Álvaro Rodríguez del Moral.-
El ejemplo es válido para todas las localidades de tradición taurina que, por unas cosas o por otras, han dejado de contar con el toro en su calendario festivo. Los que ronden la cuarentena recordarán aquel famoso eslogan -popularizado en la recordada revista Toros’92- que cantaba «Écija, la de los carteles de lujo». Eran los inicios brillantes de José Jesús Cañas, celebrado como el empresario más joven de España a finales de esa segunda década prodigiosa de los 80. Antes de perderse en otros laberintos y perder credibilidad, Cañas fue el auténtico motor de aquel esplendor taurino del coqueto coso de Pinichi del que no queda ni rastro detrás de sus puertas cerradas.
A los festejos de la Feria de septiembre se sumaba aquella corrida del día de Andalucía que llegó a convertirse en el pistoletazo de salida de la gran temporada. ¿Por qué se perdieron aquellos años prodigiosos? ¿Quién o quienes fueron los culpables? El lloriqueo llegó con Barcelona pero el caso de Écija es extrapolable a decenas de cosos. Nadie lloró cuando el derribo llegó a Alcalá de Guadaíra…
*Álvaro Rodríguez del Moral es periodista sevillano. / Publicado en El Correo de Andalucía.