El diestro jerezano Juan José Padilla ha sido el protagonista principal de la corrida ferial celebrada esta tarde en Osuna. Tras sufrir una espeluznante voltereta contra las tablas en su primero, logró indultar al sexto de la tarde, de Gavira, un animal con mucha nobleza. Salvador Vega, elegante y templado, tres orejas. El Cordobés, fiel a su estilo, también triunfó.
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Redacción.-
Interesante tarde de toros la vivida hoy en la plaza de toros sevillana de Osuna, con varios momentos de emociones fuertes; sobre todo los protagonizados por Juan José Padilla, cogido espeluznantemente contra las tablas en banderillas e indultando al sexto de la tarde, al correrse turno para poder recuperarse en la enfermería del fuerte dolor. También es destacable el manejable juego de los astados de Gavira, que posibilitaron que los tres diestros triunfaran y salieran a hombros finalmente junto al ganadero.
Juan José Padilla lidió al segundo y al sexto, ya que se corrió turno para que se recuperase en la enfermería del fuerte dolor tras la voltereta sufrida en el segundo. A ese sexto y último de Gavira le cuajó un buen tercio de banderillas. En la muleta se colocó perfectamente para aprovechar la templada embestida del animal, que humilló y desarrolló mucha nobleza ante los cites del jerezano. Destacó una tanda final al natural, con los pies juntos y muy erguido el torero. La faena iba a más y el público, muy entregado con Padilla, comenzó a solicitar el indulto para el toro y el presidente accedió a la petición. En el segundo de la tarde fue donde sufrió la terrible cogida, al no vaciar suficientemente la embestida del toro en un par al quiebro muy cerrado en tablas. El animal lo empaló por la pierna izquiuerda y, encampanado, lo llevó contra las tablas en una voltereta muy fea y de mucho peligro, afortunadamente sin consecuencias graves aunque quedó bastante dolorido. Faena de exposición y entrega a un toro con poca fuerza que se defendía con complicaciones.
El Cordobés estuvo toda la tarde en su salsa. Dos faenas muy similares, de toreo con compás abierto y alargando el brazo, aderezados ambos trasteos con su amplio repertorio de toreo accesorio de fácil y rápida conexión con el público, incluyendo su popular ‘salto de la rana’. Oreja en cada toro.
Salvador Vega regresaba al coso ursaonense un año después de convertirse en el triunfador de la última edición ferial. El diestro malagueño violvió a cortar las mismas orejas que el año pasado: una a su primero y las dos del segundo de su lote. Fue mejor la faena a su segundo porque el primero tenía poco fondo. Al segundo suyo le cortó las dos orejas tras una faena medida y muy sentida, donde destacaron el buen gusto y la elegancia de los muletazos.
GALERÍA GRÁFICA (Eduardo Porcuna) |
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