El filósofo catalán Víctor Gómez Pin ha pronunciado esta mañana en el teatro Lope de Vega de Sevilla el tradicional pregón taurino de la temporada hispalense, organizado por la Real Maestranza y el Ayuntamiento de la ciudad. Ha sido un pregón denso y academicista basándose en el ecologismo radical de los toros.
Redacción.-
El filósofo catalán Víctor Gómez Pin ha defendido esta mañana la Tauromaquia a través de la ética, al pronunciar el pregón taurino organizado por la Real Maestranza de Sevilla y el Ayuntamiento hispalense en el teatro Lope de Vega, con el que comienza la temporada en la plaza sevillana.
Gómez Pin fue presentado por la Defensora del Pueblo y exalcaldesa de la ciudad, Soledad Becerril, que lo ha definido como «uno de los pensadores más relevantes de la España actual». Becerril también ha recordado la vinculación del pregonero con el diestro Antonio Ordóñez y ha recalcado que traía a las tablas del teatro Lope de Vega «su inteligente defensa de la Fiesta».
El pregonero, según informa la agencia Efe, ha empleado un denso discurso para desmontar las razones de los antitaurinos a través de la ética y la filosofía, diseccionando el papel del hombre y el rol de los animales en un mundo, el taurino, «radicalmente ecologista». «Sabido es que en el caso de la prohibición de la fiesta de los toros en Cataluña hubo motivaciones políticas encubiertas», ha dicho el pregonero.
«Son los mismos argumentos que se esgrimen en todos aquellos lugares en los que hoy está amenazada la Tauromaquia, desde Quito o Bogotá hasta el mediodía francés» en un frente abierto que, según su apreciación, no se puede reducir al problema catalán. En ese sentido, Gómez Pin, reconoció que «el adversario avanza a pasos agigantados» denunciando que los ataques de los antitaurinos son «el alto precio a pagar por disfrutar de un ritual de alto contenido simbólico».
El pregonero recordó que sin salir de Sevilla «hay mucha gente que piensa que el toreo es un ritual desfasado», insistiendo en que «no se pueden trasladar las virtudes del ser humano a los animales». En su discurso, no faltaron las citas bíblicas y la referencia a una ecología entendida como obra del hombre: «nada hay más antinatural que un parque natural». Ha recordado que «los animales que entraron en el arca de Noé ya no fueron los mismos después de pasar por la mano del hombre, que fue el que les procuró alimento».
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