El joven sevillano Manolo Triana, de 16 años e hijo del banderillero retirado del mismo nombre, comienza a llamar la atención de toreros y profesionales en las las faenas de campo. El decano de los fotógrafos taurinos sevillanos, Rafemo, le ayuda a abrirse las primeras puertas.
Francisco Mateos.-
Un nuevo valor del toreo sevillano está llamando la atención de los profesionales en su preparación en el campo. Se trata de Manolo Triana, un joven sevillano de 16 años. Es hijo de Manolo Triana, banderillero que en su última etapa estuvo durante varias temporadas en la cuadrilla de Curro Romero. Después de retirarse, ha estado ligado a la empresa Pagés en labores de corrales y chiqueros, hasta su jubilación. Precisamente su hijo menor que ahora quiere ser torero fue quien le cortó la coleta en la Maestranza, y como no llegaba tuvo que cogerle en brazos el hijo mayor.
El nuevo Manolo Triana vive para el toro las 24 horas del día y está haciendo mucho campo para asimilar le técnica. Le está ayudando en estos duros y complejos inicios Rafael Moreno ‘Rafemo’, decano de los fotógrafos taurinos sevillanos, y un excelente y bohemio aficionado; fue el primero en fotografiar en becerradas y en el campo a Morante de la Puebla, convencido de que sería un gran torero. «Yo no soy su apoderado –indica Rafemo-, sino una persona que se pone en el lugar de este joven y sé lo difícil que es todo, porque también yo quise ser torero. Voy a ayudarle en todo lo que pueda para buscarle algunas novilladas y que comience a darse a conocer, porque sé que tiene muy buenas cualidades y no me suelo equivocar…»
El joven Manolo Triana ya ha estado en varias ganaderías y sus formas toreras han llamado la atención a los profesionales que le ven. Rafemo recuerda cómo en la casa de Litri, en Los Guateles, al torero onubense le gustó tanto que le encerró tres becerras sólo para él. Estaba ese día Paco Ojeda también en la finca y los dos toreros disfrutaron mucho con la torería de Manolo Triana.
Aún le queda un largo de recorrido y mucha preparación, pero de momento tiene el visto bueno de los profesionales en el campo.