El diestro madrileño Gómez del Pilar ha sido herido de gravedad a la altura de la axila derecha sufriendo cornada de 25 centímetros. Pascual Javier también fue asistido en la enfermería de la plaza de posible fractura de costillas. Tulio Salguero estoqueó cuatro de los novillos de El Cahoso siendo ovacionado al finiquitar al sexto.
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Manuel Viera.-
Llegó Gómez del Pilar como titular de la expectación. Su paso por Las Ventas, donde mostró la verdad de su toreo, la calidad de fondo y una ejecución técnica especialmente valerosa, lo trajo a la Maestranza. Y aquí quiso hacer lo mismo nada más salir de chiqueros ‘Sorpresa’, un bonito castaño berrendo con muy malas intenciones en sus complicadas embestidas. Tan malas que, tras la larga cambiada de recibo y el buen gusto en el trazo de la verónica, cuando remataba su quite por ‘zapopinas’ lo arroyó y lo volteó de mala manera. Dolorido apostó por un trasteo sin titubeos, asentado, técnico, capaz… hasta que el utrero de El Cahoso lo empitonó por el pecho a la altura de la axila derecha propinándole una cornada de 25 centímetros. Y ahí acabó todo.
Porque Pascual Javier, que salió a finiquitar al peligroso novillo, resbaló quedando a merced de la fiera que se ensañó con él cuando quedó tendido en el albero. Tras matar de estocada en los bajos pasó a la enfermería para de ella no salir más debido a posible fractura de costilla.
La accidentada tarde se hizo insoportable. El asfixiante calor acompañaba a la plúmbea pesadez de un espectáculo para turistas. Ellos, y sólo ellos, batían palmas a destiempo en unos tendidos despoblados y silenciosos. Se ha hecho habitual en la Maestranza las dos horas y media de festejo. Los tiempos muertos. Igual da que se corten orejas y la paseen por el ruedo, porque si no es el palco quien parece deleitarse con el pasodoble mientras ‘Mesita’ y sus compañeros alisan el ruedo con parsimonia y compás. Ya digo, insoportable.
En el debutante Tulio Salguero cayó la responsabilidad de la tarde. El tercero, como todos, lució una notable presentación, pero como a todos también le faltó la casta y la calidad en sus embestidas. El extremeño le echó voluntad a un trasteo que no pasó de anodino y vulgar. El cuarto se le paró demasiado pronto y sólo le dejó dibujar algún que otro natural poco ceñido. Al quinto se lo mataron en el caballo y se echó moribundo antes de montar la espada. Del intento de faena sólo destacar dos naturales, limpios, templados y rematados. Incluso atisbó el arrimón sin causar el efecto deseado. Con una estocada terminó de mandar al desolladero al ya muerto novillo de Rafael Calero.
Y con el sexto poco más pudo hacer. Quiso rematar su tarde yéndose a portagayola, pero salió distraído el utrero y le frustró el lance. Después intentó la ligazón con la diestra sin conseguirlo. Uno a uno fue dibujando trazos a media altura sin una pizca de emotividad. Mató con prontitud dando fin a la atípica y accidentada tarde de toros sevillana, de calor insoportable y plaza semivacía, consecuencia, quizá, más de una crisis de afición que del momento económico.
Antes, Pascual Javier poco pudo demostrar con el noble y soso primero. Quiso torear despacio con la diestra sin conseguir no más de dos trazos limpios. Con la espada mal.
AL NATURAL |
Un inglés, un francés y ¿un español?
Francisco Mateos.- Es como eso del chiste clásico: «Estaban un inglés, un francés y un español…». Pues andan las cosas como para chistes que ridiculicen a las potencias europeas, como ingleses o franceses,… Menos mal que con los compatriotas de la Merkel no nos atrevemos, que si no la famosa ‘prima de riesgo’ (menuda tiene que estar la prima esa, que todo el mundo habla de ella… ¿cómo será la tipa?) se nos cae encima con todo el equipo. Pues eso, como el chiste parecían esta tarde los tendidos de la Maestranza: un inglés por el tendido 11, un francés en la grada 12,… y chinos y japoneses, muchos… ¡Qué alegría da la Maestranza cuando está llena de entendidos que saben valorar cada lance del festejo,… y qué pena da la Maestranza cuando está vacía y sólo ocupada por los de siempre (y algunos menos), la familia de los novilleritos y los chinos con sus aplausos a destiempo…! No termino de encajar la razón del horario y hasta de la fecha de este festejo. Si en breve se van a anunciar las tradicionales novilladas nocturnas de los jueves de julio, ¿por qué puñetas no se podría haber dado esta novillada el próximo jueves a las diez de la noche? En un domingo, con 45 grados cayendo sin piedad sobre Sevilla, esperar que el personal asista a las ocho a la Maestranza a ver una novillada es un poco complicado, porque el personal está sesteando, refugiado bajo el aire acondicionado de casa, o metiendo el cuerpo serrano en remojo en las playas de Cádiz o Huelva. Menos los chinos; esos no fallan en la Maestranza. |
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GALERÍA (Arjona/lamaestranza.es) |
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