Entrañable jornada la vivida este fin de semana en el teatro municipal de Aznalcóllar, de la mano de la firme promesa del toreo sevillano Juan Pedro ‘Calerito’, al que acompañaron sus profesores Espartaco padre y Tomás Campuzano. El joven aspirante sevillano, de tan sólo 12 años, ya ha logrado llamar la atención de los taurinos.
Redacción.-
Interesante y muy emotiva resultó la charla coloquio celebrada este fin de semana en el teatro municipal de la localidad sevillana de Aznalcóllar. La presencia de Juan Pedro García ‘Calerito’, un auténtico niño prodigio del toreo, de tan sólo 12 años, acompañado de su profesor, Antonio Ruiz ‘Espartaco’, llenó la sala de curiosidades, anécdotas y la sorprendente y vertiginosa formación de este joven y claro valor del toreo sevillano que está llamado a ser un torero importante en los próximos años. También participó en el coloquio quien se ha convertido en su sombra, Tomás Campuzano, para buscarle su necesaria formación en el campo, y uno de los ganaderos que habitualmente colabora con el joven torero, Paco Brenes, ganadero del hierro de Escardiel, en Castilblanco. El acto estuvo moderado por Francisco Mateos, de SEVILLA TAURINA.
Los componentes de la Asociación Cultural Taurina ‘Desde el tendido’, de Zafra, se desplazaron hasta Aznalcóllar para acompañar a Calerito en este coloquio y presentar su revista-libro, donde se le dedica un amplio reportaje al joven torero de Aznalcóllar. También le entregaron un recuerdo por su colaboración con esta asociación.
Antonio Ruiz ‘Espartaco’, su profesor en la Escuela de Espartinas, aseguro que «sin duda estamos ante un torero importante. Tiene unas condiciones innatas y muchas veces creo que es él el que me tiene que enseñar a mí. Me estoy volcando en él como me volqué en mi hijo Juan Antonio. Además, es un crío -sólo tiene 12 años- que es cariñoso con todos, lleva sus estudios fenomenal y a todos nos tiene embobados como torero y como persona». Tomás Campuzano aseguró que sólo había visto antes dos casos similares que con tan corta edad le transmitiera cosas muy disntias: a Morante, con quien coincidió en un festival cuando el de La Puebla sólo tenía 13 años; y a Daniel Luque, cuando se fijó en él al verlo torear de salón en los entrenamientos de la Escuela de Sevilla.
En la sala se contó con la asistencia de taurinos como el veterano veedor de toros Manuel Márquez, el ganadero de Aguadulce, el diestro local Pepe Manfredi, los novilleros Javier y Borja Jiménez, el picador Paco Martín Sanz, banderilleros como Rafael Torres, así como toreros y aficionados locales.
GALERÍA GRÁFICA (Fernando Arango) |
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