REAL MAESTRANZA - 12ª Feria de Abril

Fandiño, triunfador del reto

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El torero vasco Iván Fandiño ha cortado la oreja del tercer toro, ha dado dos vueltas al ruedo tras finiquitar al quinto, y ha sido ovacionado tras acabar con el primer toro del interesante encierro de Victorino Martín. David Mora ha saludado tras estoquear al segundo y ha sido silenciado en los dos restantes.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Victorino Martín, bien presentados y de interesante juego. Destacaron, tercero, cuarto y sexto.

ESPADAS: -Iván Fandiño (de rosa y oro), saludos, una oreja y dos vueltas al ruedo tras petición de oreja.

-David Mora (de rosa y oro), saludos, silencio y silencio.
 
CUADRILLAS: Se desmonteraron tras banderillear Vicente Yangüez ‘El Chano’Víctor M. Martínez. Pepe Aguado picó bien al tercero.
 
INCIDENCIAS: Tres cuartos de plaza.

 

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Iván Fandiño, con la oreja lograda al tercer 'victorino'. (FOTO: Javier Martínez) 

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AL NATURAL
El vértigo de mirar atrás

Francisco Mateos
PATIO DE ARRASTRE
No nos engañemos
Sixto Naranjo
AMBITOTOROS
Tarde de matices
Javier García Baquero
LA CORRIDA, AL COMPÁS
Tú, Albaserrada

Fernando Naranjo


La faena al tercero, de emotivas embestidas por el izquierdo, fue de oreja, por valor y por la sutileza de las formas de Fandiño


Manuel Viera.-

     La confluencia de dos toreros de conceptos diferentes e iguales intereses se ha manifestado a dos bandas, haciendo realidad, sin comparaciones, dos formas de entender el toreo. Pero, quizá, lo mas interesante fue ver cómo las de uno se imponían sobre las del otro, aunque ambos estuvieron comprometidos fundamentalmente con el valor y la verdad. El reto no era otro que acabar convertido en triunfador de la ‘victorinada’. Y, faltaría más, alcanzar la gloria en Sevilla. Si Iván Fandiño ya es ambicioso de por sí, no digamos para salir airoso de un mano a mano con toros de Victorino Martín.

     Interesante y excitante, pero no necesariamente emocionante, fue la faena que el torero de Orduña le realizó al difícil primero. Un animal de complicadas embestidas por el pitón derecho con las que transmitía a los tendidos el temor del peligro. No le quedaba otra a Fandiño que poderle con mano baja y asentadas zapatillas en la arena. No se decidió por completo a hacer lo primero, pero sí hizo lo segundo, por lo que las tandas a derechas resultaron de nota media sin llegar a alta. Por el izquierdo fue un bicho que se revolvía con saña. Y no hubo manera. Tras la estocada le obligaron a saludar.

     Sin duda, la faena al tercero, un toro de emotivas embestidas por el pitón izquierdo, fue de oreja, por valor y por la sutileza de unas formas con las que deleitó en muchos momentos de mérito con un toreo al natural de peculiar estilo, mano baja, lento, hondo, ligado y rematado con el encanto del pase de pecho. Tres series, no más, con las que supo conectar con los tendidos a la perfección. La razón de que lo hecho con la mano diestra no alcanzara cotas de mayor calidad debe buscarse en las tremendas dificultades de las embestidas del ‘victorino’. Un escollo que el vizcaíno superó con enorme firmeza. Tras la estocada, la oreja fue suya.

     Sólo la desbordada vitalidad de Fandiño y su enorme decisión le hicieron poder con el buen quinto, un toro con una emocionante embestida por el pitón derecho, al que de inmediato le bajó la mano en un toreo a derecha templado, ajustado y perfectamente ligado. Muletazos profundos, con ritmo… Un toreo firme y comprometido de depurado argumento. No fue igual el toro, que se revolvía con saña buscando su presa, en el intento de toreo al natural. No se amilanó ante las dificultades y, auque algunos pases no resultaron limpios, lo que hizo convenció. De contundente estocada lo tumbó. Y he ahí que el gentío empezó a vociferar, pero no a sacar con suficiencia el blanco pañuelo de petición, quizá, porque ya no lo llevan, y el papel que lo sustituye es pequeño y poco consistente. Por una u otra causa el presidente tampoco sacó el suyo. Con una clamorosa y justa vuelta al ruedo hubiese sido suficiente. La segunda, sobró.


El reto era acabar convertido en triunfador de la ‘victorinada’. Y alcanzar la gloria en Sevilla. Si Iván Fandiño ya es ambicioso de por sí, no digamos para salir airoso de un mano a mano con toros de Victorino


El sexto fue un toro noblón, rajado al final, aunque con alguna pizca de calidad en su sosa embestida. El caso fue que Mora toreó sin demasiada convicción y encanto


 

 

     Negro, manso y con peligro. Así fue el segundo ejemplar de Victorino Martín. David Mora no renunció a jugársela, aunque descubrió el lado más oscuro del toro del ganadero de Galapagar en un pitón izquierdo imposible. Aguantó paradas, pero no logró que pasara ni una sola vez por el engaño. Por el derecho se orientó de inmediato después de iniciar faena con unos mandones doblones por abajo y tirar después de la enmarañada embestida con decisión y verdad. Le ovacionaron tras la estocada.

     El toreo de capote se atisbó en lances de recibo y quites. Fandiño se gustó al quitar por delantales y gaoneras, y Mora se justificó en notables medias verónicas al sexto, y una larga cambiada de rodillas en el tercio con la que recibió al cuarto, un toro que por la complicada casta trasmitía el peligro en sus embestidas. El madrileño con buenas intenciones y mejores ideas, lo citó de lejos para iniciar un trasteo interesante en el inicio, pero que se fue diluyendo poco a poco al prevalecer el entusiasmo que provocaba el toro y no lo que hacía el torero, empeñado en acortar las distancias y jugársela del tirón. Pinchó antes de cobrar la estocada y fue silenciado.

     El sexto fue un toro noblón, rajado al final, aunque con alguna pizca de calidad en su sosa embestida. El caso fue que Mora toreó sin demasiada convicción y encanto. Y hasta le costó hacer llegar al espectador su capacidad para transmitir el talante expresivo de su toreo. Al final, una capa de barniz no lo tapa todo; tres ambiciosos naturales no borraron un faena modesta e intermitente. Acabó de estocada casi entera y fue silenciado.


AL NATURAL

El vértigo de mirar atrás

Francisco Mateos.-

     Sorprendió cuando la empresa de la Maestranza anunció la cartelería y comprobamos que había movido de su fecha habitual la corrida de Victorino Martín. Desconozco las cábalas estratégicas que han realizado los empresarios para decidir que su mejor lugar para esta corrida -siempre esperada por el aficionado verdadero con expectación- era el martes de farolillos. Supongo que la escasez de carteles rematados obligaban a un replanteamiento de algunas fechas, como ese primer plato de la corrida ‘popular’ el pasado sábado, o la reordenación en la fecha de esta de Victorino Martín. Lo cierto es que el aficionado estaba acostumbrado al jueves de preferia con la de Victorino y el domingo último la de Miura. Trasladar esta corrida de Victorino Martín al martes de farolillos -al margen de valoraciones estratégicas-económicas que desconozco- creo que es un error. El público de la preferia es más selectivo, en su mayoría son buenos aficionados, que van a la plaza movidos por su afición, y con conocimientos taurinos; el de esta semana de farolillos es más heterogéneo, y no sabe valorar los muchos matices necesarios de una corrida donde no hay toreros con glamour, ni toros con los que torear o ponerse ‘bonito’. Es más, hay ciertos recursos necesarios y valorables positivamente que deben adoptar los espadas que no son entendidos por el público estacionario de esta semana de farolillos.

 

 

 


Esperaba bastante más de toros y de toreros. Se salva la corrida por el bajo nivel de esta Feria, con tres toros interesantes, y la solvencia de Fandiño. Pero me supo a poco. Esperaba más


¿Recuerdan aquellos ‘mano a mano’ entre Liria y El Tato? ¿Recuerdan cómo salían el bueno, con trasmisión y vibración, y la ‘alimaña’ que quería comerse a los toreros a bocados? ¿Recuerdan los ‘vestíos’ destrozados de Liria, volteado una y otra vez de pitón a pitón de sus toros?


 

 

     Al margen de esta consideración, con el ruego de que el próximo año retorne la corrida al jueves de preferia, he de reconocer que a mí la corrida, en su conjunto, no ha colmado mis expectativas. Esperaba bastante más de toros y de toreros. Se salva la corrida por el bajo nivel de esta Feria, con tres toros interesantes, y la solvencia de Fandiño. Pero me supo a poco. Esperaba más. Recuerdo aquellas corridas de Victorino Martín, de hace 15 años ya, con los mano a mano de Pepín Liria y El Tato, o en terna con algún espada destacado que se apuntaba y fracasaba (Ortega Cano, Jesulín,….). Se llevaban los premios y Sevilla vibraba con el espectáculo del toro en su máximo interés, y la sana y real rivalidad entre el murciano y el maño; tanta rivalidad que la llevaron incluso fuera del ruedo y acabaron realmente enfrentados…

    ¿Recuerdan cómo hacían el ‘avión’ aquellos ‘victorinos’ de las temporadas, 97, 98, 99…? ¿Les suenan aquellos nombres para el recuerdo de ‘Veraniego’, ‘Melonito’ o Borgoñés’? ¿Recuerdan cómo salían el bueno, con trasmisión y vibración, y la ‘alimaña’ que quería comerse a los toreros a bocados? ¿Recuerdan los ‘vestíos’ destrozados de Liria, volteado una y otra vez de pitón a pitón de sus toros? ¿Recuerdan aquellas ovaciones de clamor nada más ver salir por chiqueros aquellos toros fuertes, cuajados, hondos y con dos ‘perchas’ en las cabezas? ¿Recuerdan aquellas portagayolas de El Tato? ¿Recuerdan aquellas frentes sangrando de los porrazos y volteretas? ¿Recuerdan la emoción que te rompía el alma de un torero pudiéndole en los medios a un cárdeno que hacía un surco con el hocico de tanto humillar y hacer el ‘avión’, pero siempre con la emoción de lo auténtico? ¿Recuerdan aquellos dos toreros dispuestos a dejarse matar en el albero sevillano a carta cabal? Seguro que con estas palabras le han venido a la memoria aquellas sensaciones que vivimos hace tan sólo 12-15 años, de la mano de Victorino Martín y, con El Tato y Liria convertidos en los hérores de Sevilla. Comparar la presentación de aquellos ‘victorinos’, su juego y su emoción, y la disposición, entrega y competitividad de aquellos mano a mano entre Liria y Tato con lo vivido esta tarde es un ejercicio tan frustrante y desproporcionado que mejor nos ahorramos el sonrojo.       

 


 

PATIO DE ARRASTRE

No nos engañemos

Sixto Naranjo.-

     Lo que mal empieza, mal acaba. El martes de farolillos arrancaba lastrado por la noticia de la corrida de Victorino Martín, un encierro que no había pasado al completo el primer reconocimiento veterinario. Toros depitorrados, remiendos que venían de viaje a Sevilla a última hora,… Mal augurio para lo que presuponía como tabla de salvamento del ‘torismo’ dentro de la semana de farolillos.

     Al final, lo que mal empieza mal acaba. La oreja paseada por Iván Fandiño supo a poco por las esperanzas puestas en este festejo. Además, los enfrentamientos entre Fandiño y Mora han acabado por aburrir al personal. Bien que hubiese competencia, pero no llevada al extremo de verlos anunciados en todas las ferias y plazas juntos. No hay intrahistoria en estos ‘mano a mano’. Y el peor parado, ojo, es David Mora, que no ha acabado de puntuar en este inicio de temporada. Muy cuesta arriba se le presenta el mayo madrileño tras sus actuaciones en Castellón, Valencia, Sevilla y ruedos franceses. Iván Fandiño, al menos, ha logrado seguir enganchando a públicos con su toreo profundo y entregado. Pero le falta un triunfo gordo; de lo contrario, todo quedará en apuntar y no disparar. No nos engañemos.


 

AMBITOTOROS

Tarde de matices

Javier García Baquero.-

  1. Esto del toro es cuestión de matices: La corrida de hoy ha tenido muchos asuntos de los que hablar, varios puntos de vistas. Hoy ha habido emoción por que se han corrido toros bravos. Muchos días después seguiremos hablado de toros y no nos pondremos de acuerdo. Ya lo dijo el gran Claramunt, psiquiatra además de aficionado y escritor: «todo el tiempo que no se emplea en hablar de toros es tiempo perdido».

  2. Matices entre Fandiño y Mora: No son iguales, ambos de rosa y oro con cabos blancos. Fandiño es creciente, serio, se podría practicar un safari en su barriga, mata como un ciclón, se queda más quieto que un palo. Mora se aflige, es buen hombre, no acaba de meter la espada, un paso por detrás. Y no es mal torero.
  3. Matices en los cárdenos del cateto listo: Del encastado reservón quinto, al peligroso en manso segundo, al bravo encastado tercero, el complicado primero, el exigente cuarto y el parado rajado y noblote sexto. Buena corrida para el aficionado.
  4. Matices de torería: David Mora no ha estado mal, pero… hay que estar mejor. El cuarto ha sido un toro que pedía una firmeza y un sitio que no ha sabido darle el madrileño. Larga cambiada de recibo. Se ha puesto muy cerca, pero eso es valor de plata; el valor de oro es dejársela puesta en el sitio por donde no quiere ir el toro.
  5. Segunda tarde de Fandiño y un matiz: El vasco de origen galaico dice más con el toro encastado que con el noblón, está más firme, se encuentra más a gusto y saca la raza que atesora.
  6. Matices en el quinto: Un toro que sólo rompió en la muleta, el de más trapío de la tarde, reservón en banderillas, duro, detrás de la mata. Bien Fandiño. ¿De oreja? Por matices, no: no hubo torero de muleta, ni toreo al natural. Tampoco hubiera sido un drama que la hubiera paseado: la firmeza de Iván, la transmisión del toro, la estocada… matices. La segunda vuelta al ruedo, excesiva y protestada. La bronca al presidente, torera; los insultos sobran entre gentes del toro.
  7. Vicente Yangüez ‘El Chano’: Cumbre en banderillas en el sexto: serio, dejándose ver, cumpliendo en la cara, resolviendo. Bien sin matices.
  8. Bien picando Pepe Aguado al tercero: En los dos encuentros la garrocha cayó en el sitio. Un matiz: observen que cuando se pica bien el triunfo es más fácil; Fandiño cortó la oreja. El quinto se picó trasero y luego no pudo ser.
  9. Tarde de quites: Mora se llevó un golpe en un quite por chicuelinas al tercero. Un matiz de grandeza: Fernández Pineda fue invitado por Mora a quitar en el cuarto. En el sexto quitó por gaoneras Fandiño y respondió por chicuelinas el madrileño. Sirvió este ‘tercio de quites’ de escandallo del estado de este enfrentamiento: ganó Fandiño,
  10. Sin matices: Una buena corrida de toros, hoy no hablamos de la música, que ha estado en su línea (nefanda), ni de la rubia de la lado (que iba guapísima de faralaes) ni de lo elegante que iba el caballero de mi izquierda. Hoy sólo hemos hablado de toros. ¡Qué cosas!

 


 

LA CORRIDA, AL COMPÁS

Tú, Albaserrada

Fernando Naranjo.- 

Abran el amplio zaguán
y salte ya esa corrida
de capa decolorida.
Pues no ha de faltar barbián
que a la luz del lubricán,
este encierro presumido,
reciba su merecido
en mano a mano torero.
Ya esperaba mi tintero
para ser agradecido.

Y salten uno por uno
adornado en serio cuajo,
humillado en el refajo;
descolgados los presumo…
No mercadean con humos,
no lo permite su celo.
Si brotara un caramelo
será un jazmín ‘encendío’,
además si es ‘consentío’
gloria bendita da el cielo…

Convergen en sedas rosas
y el Oro para Sevilla…
Hoy quiero que mi coplilla
sea banderilla airosa,
bien arponada y furiosa,
vestida en papel estraza
y manejado con raza,
un silábico aguijón
nacido de la razón
y templado en cualquier plaza.

 

 

 

 

Se midió con ‘Baratero’
en su seriedad silbante
bajo este sol maestrante,
y también con ‘Cobratero’
este moreno torero
de viejo yunque ‘fundío’
que llegó desde otro río
a medirse con la fiera.
Bien dispuesto viniera
a dejarse aquí el ‘sentío’.

Y un claro de media luna
hizo el sol bajo el reloj.
Y en suspiros se quebró
una aficionada hambruna.
Negó se diosa fortuna
aplaudir de grana y sol
un acorde en sí bemol,
de los de menta y canela.
Su torera y firme entrega
el usía la ofendió.

De los campos de Toledo
vino un moreno ‘espigao’,
de sus soles bien ‘tostao’,
a explicar con sumo celo
la importancia de su credo.
Y la tarde ocultó su oro
tras aquel monte del moro.
Pero su acerada espada
imperial y bien templada
dio buena muerte a sus toros.

 


GALERÍA GRÁFICA (lopezmatito.com)

Iván Fandiño. Iván Fandiño. Iván Fandiño.

Iván Fandiño.

Iván Fandiño.

Iván Fandiño.

Iván Fandiño. Iván Fandiño. Iván Fandiño.
Iván Fandiño. Iván Fandiño. El Chano.
David Mora. David Mora. David Mora.
David Mora. David Mora. David Mora.
David Mora. David Mora. Suerte de varas de Pepe Aguado en el tercero.


 

 

GALERÍA GRÁFICA (Paco Díaz)

Iván Fandiño. David Mora. Iván Fandiño.

Iván Fandiño.

El Chano.

El Chano.

Reflejos. El fotógrafo Agustín Arjona. El ganadero Victorino Martín.

OTRAS IMÁGENES (Javier Martínez)

A los agentes de la autoridad les tocó el burladero de sol.. Así que agüita... Es cierto que la Maestranza es la 'catedral' del toreo... pero no hace falta venir con velo. La pólémica delegada de la Junta de Andalucía, Carmen Tovar, ¿está o no está?
Observadora. Sonriente. Acaloradas.
La asistencia de señores maestrantes sigue siendo escasita incluso en farolillos... El que no falta es Dávila Miura, fiel a su cita con los oyentes de la SER. Eso sí, los maestrantes cuidan la tradición de la mantilla en Feria.

 

PUERTA DEL PRÍNCIPE (Javier Martínez)

El apoderado valenciano Santiago López.

El diestro cordobés José Luis Moreno.

El ganadero gaditano Cebada Gago.

Antonio Girol, director de badajoztaurina.com (portal del grupo), y el banderillero Fernando González.


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