Los escasez de casta de los toros de José Luis Pereda han sido determinantes en el resultado de la primera corrida de la Feria de San Miguel. Iván Fandiño, David Mora y Esaú Fernández sólo han sido ovacionados pese a sus enormes ganas por mostrar su toreo.
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La mansedumbre y escasez de casta de los bien presentados toros del ganadero onubense fueron determinantes para una terna ambiciosa y dispuesta al triunfo. No lo consiguieron, pero sí dejaron la muestra de lo que hicieron en el transcurso de la temporada Iván Fandiño y David Mora.
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Manuel Viera.-
La magia del toreo se concentra en la voluntad por unificar bajo un mismo parámetro valor y verdad. Sin atisbo de banalidad para mostrar únicamente lo esencial y seguro de sus posibilidades supo aprovechar el buen tranco al cuarto toro de Pereda. Y es que Iván Fandiño estableció las bases de su toreo adelantando las telas, mandando la humillante embestida, arrastrando la muleta e hilvanando los templados muletazos con bellos remates de pecho. Largo y hondo fue el natural, aunque sin continuidad, hasta conseguir una faena que caló por momentos en los tendidos y que se fue apagando a medida que se apagaba el toro. Unas ajustadas bernardinas sirvieron de prólogo al trasteo. Un solo detalle empañó el rigor estricto de la faena: no mató en el primer intento. En el segundo finiquitó con una estocada de efecto rápido.
No dudó en asentarse y quedarse quieto para aprovechar las escasas embestidas del primero. No fue posible. El noble y descastado toro se paró y no pasó ni una sola vez por los engaños del torero vasco. Mató mal y fue silenciado.
Iván Fandiño estableció las bases de su toreo adelantando las telas, arrastrando la muleta e hilvanando los templados muletazos con bellos remates de pecho. Largo y hondo fue el natural, aunque sin continuidad. |
David Mora tiene unas formas que gustan e interesan: frescas, despaciosas, siempre elegantes y, sobre todo, auténticas. No ha de extrañar que su tauromaquia haya destacado dentro de una temporada comandada por no más de un trío de adalides del toreo. Y hoy también. Gustó y se gustó en excelsas verónicas al quinto rematadas con una media sensacional. Y supo llegar a la gente con un toreo ajustado, de mano baja, despacioso y ligado. Una lástima que el viento dejara a medias una faena en la que destacó el ceñido natural, y en la que una colección de enormes ayudados sirvieron para reconstruir un trasteo que se quedaba a medias. De una u otra forma todo lo que le hizo al noble aunque soso toro de José Luis Pereda lidiado en segundo lugar tuvo asiento y mando, y aunque lo hecho no terminó de coger altura no se quedó sin firmar. La contundente estocada tumbó al toro sin puntilla. Con el quinto, ya quedó dicho, destacó su templado capote, aunque hubo momentos de un virtuosismo de alta calidad con la derecha. El genio, la escasez de clase en las embestidas y la nula casta impidieron continuidad en una faena que finalizó con rotunda estocada. |
Esaú Fernández mostró con todo lujo de detalles sus ganas y ambición. Por dos veces se fue a portagayola en un intento de buscar el necesitado triunfo. Fue con el sexto, un toro que iba y venía sin molestar pero con escasa casta, con el que el sevillano, tras prologar faena con pases cambiados por la espalda, anduvo buscando allí y acá la forma de agradar. Lo consiguió con una faena ambiental de mano baja y buen temple con la que hizo vibrar a un público entregado. Mejor con la derecha que con la izquierda su toreo gustó y encantó. Tras pinchar todo quedó en una ovación.
Con el noble y parado tercero se mostró con igual actitud, y pese al arrimón final a la búsqueda desesperada del triunfo, no consiguió su objetivo. De estocada desprendida lo mandó al desolladero.
La mansedumbre y escasez de casta de los bien presentados toros del ganadero onubense fueron determinantes para una terna ambiciosa y dispuesta al triunfo. No lo consiguieron, pero sí dejaron la muestra de lo que hicieron en el transcurso de la temporada Fandiño y Mora.
DESDE EL TENDIDO DOS |
Lo esperado
Ignacio Sánchez-Mejías.- Cuando allá por febrero anunciaron una corrida de Pereda–La Dehesilla para el viernes de ‘presanmiguel’ y encima con un cartel ‘por designar’ nos temimos lo peor, por los toros y por los futuros toreros. Afortunadamente la empresa compuso un cartel de toreros interesante, con Fandiño y David Mora como novedades de la temporada. Pero los toros seguían siendo los mismos. Pocos toros de esta ganadería han salido buenos en Sevilla y desgraciadamente hoy tampoco ha habido sorpresas. A la corrida le ha faltado casta y clase y le han sobrado kilos. No nos vamos a quejar de la presentación, con tres toros que han bordeado los seiscientos kilos, algunos bonitos, aunque otros se han escobillado con los petos. Pero no han sido capaces de llevar emoción al ruedo y la corrida, al final, ha sido hasta aburrida. Fandiño y David Mora han justificado el momento que pasan. Fandiño incluso pudo cortar una oreja de no fallar a espadas en su segundo, después de una faena inteligente. Mora ha mostrado su empaque de torero clásico. Es curioso que estos toreros que cortan orejas cada tarde en las plazas del norte y de la meseta, después llegan a Sevilla y no triunfan. Esaú ha estado animoso toda la tarde, pero torea muy despegado, sacando los toros para fuera en muchas ocasiones. Su segundo lo brindó -asómbrense- a los areneros, que se llevaron un de las mayores ovaciones de la tarde. Así estaban las cosas. *Ignacio Sánchez-Mejías es economista, auditor de cuentas, socio de SMT Auditores y profesor asociado de la Universidad de Sevilla / Publicado en el blog ‘Desde el tendido 2’ de ABC-Sevilla. |
LOS ABONADOS OPINAN |
La Fiesta, decayendo
Unión Taurina de Abonados de Sevilla.- Gracias a la preocupación plena y defensa absoluta que la Junta de Andalucía ofrece a los aficionados y abonados, esta tarde presenciamos una corrida de toros que pagamos allá hace mas de seis meses, con un cartel que decía ‘A designar’ y que según la norma legal, pero a todas luces injusta, autoriza a la empresa a cobrar por adelantado un producto que no se sabe cuál es, al mismo precio que el que compra la entrada dos minutos antes del comienzo del festejo y con una redacción del artículo que lo autoriza que permite acartelar lo mismo a triunfadores de la temporada en España, en Sevilla o en Villaenmedio de Abajo. Así, hicieron el paseillo Iván Fandiño y David Mora, los cuales es cierto que atraviesan un buen momento y triunfan fuera de Sevilla. Les acompañaba el local Esaú Fernández, que triunfó en la Maestranza el día de su alternativa y tras aquella tarde no se le conoce ningún triunfo importante. Se lidia ganado de Pereda. ¿Alguien puede decir qué méritos triunfales tiene este hierro onubense, a no ser que se trate de toros criados al uso y modo de hoy?. O sea, descastados y flojos que reciben puyazos simulados y que, aún así, cuando llegan a la muleta carecen del fuelle y la casta mínima para ofrecer riesgo y emoción en sus embestidas. Con este material Fandiño y Mora demostraron oficio. El segundo más que el primero, pues añade cierto temple y empaque con capote y muleta y por ello ofreció lo único destacable de la tarde que fueron unas excelentes verónicas al quinto de la tarde. El resto es todo para olvidar, pues cuando, como desgraciadamente ocurre casi todas las tardes, falta el ingrediente que debe contener el toro, el espectáculo se convierte en aburrido y monótono, aunque la pueblerina banda de música intente animar el cotarro tocando a destiempo y colaborando de esta manera a la caída en picado de la categoría de la plaza. Esaú Fernández debe replantearse su carrera, porque los indicios toreros que mostró en el albero no le van a dar proyección alguna. |
GALERÍA GRÁFICA (López-Matito) |
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GALERÍA GRÁFICA (Paco Díaz/Toroinagen) |
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OTRAS IMÁGENES |
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