Grave cornada hace semana y media

Le retiran la mitad de los puntos a Antonio Espaliú (GALERÍA GRÁFICA)

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La amplia cicatriz recorre desde la ingle derecha hasta el hueso de la cadera. (FOTO: Eduardo López)
La amplia cicatriz recorre desde la ingle derecha hasta el hueso de la cadera. (FOTO: Eduardo López)

El novillero sevillano Antonio Espaliú ha acudido a su prinera consulta tras recibir el alta hospitalaria para que los doctores Octavio Mulet y Ramón Vila evaluaran el estado de la grave cornada. Todo evoluciona positivamente y los doctores le han retirado la mitad de los puntos de la herida de la ingle derecha.

Francisco Mateos.-

     El novillero sevillano Antonio Espaliú sigue recuperándose de la grave cornada sufrida hace semana y media en la Maestranza, en la última novillada con picadores del abono, el domingo 26 de junio. El certero pitonazo de su segundo novillo hizo presa en el Triángulo de Scarpa del muslo derecho. Cornada limpia, que rozó la femoral sin partirla, pero que sí arrancó tres de sus arterias colaterales, lo que provocó abundante hemorragia. El torero sigue en su casa la lenta recuperación, tras recibir el alta hospitalaria el pasado jueves, antes de lo previsto al no aparecer nunca fiebre ni ningún signo de infección.

     El novillero pasó ayer martes por la tarde su primera revisión desde que abandonó el hospital. Llegó animado desde su casa de Coria del Río a la consulta médica donde le esperaban los doctores de la Maestranza, Octavio Mulet y Ramón Vila. Le dejaron libre de vendas y gasas la herida para evaluar su estado. A Espaliú ya le habían retirado los drenajes al abandonar el hospital. Los médicos evaluaron muy positivamente el estado de la cornada, con muy poca inflamación y los puntos sellando la amplia cicatriz. De hecho, ayer se le retiraron al torero la mitad de los puntos, «porque los de la parte de abajo me han dicho los doctores que aún deben esperar un par de días, porque está la zona más blanda y debe cicatrizar aún más». Mañana jueves, aprovechando que el torero quiere asistir a la novillada nocturna de promoción de la Maestranza -ya puede caminar aunque apoyándose en una muleta-, los doctores le han citado en la propia enfermería de la Maestranza para retirarle el resto de puntos.

     Aunque la cornada fue ‘limpia’ -es decir, que el pitón entró y salió rápidamente, sin hacer grandes desrozos musculares-, y el boquete de entrada era reducido, por la profundidad ascendente de la herida hacia la cadera del joven torero sevillano, los doctores tuviern que cortar ampliamente la piel desde la ingle derecha hasta la parte alta del hueso de la cadera, y así poder pinzar las arterias dañadas, cortar las hemorragias y ligar vasos venosos. Esto ha provocado que el torero presente un amplia cicatriz en su cuerpo.

     Espaliú dice sentirse tranquilo, «aunque aún molesto, porque ahora que me han quitado los puntos noto como si la piel estuviera más estirada en esa zona y me molesta». Sobre la mala suerte que parece perseguirle en la Maestranza -en septiembre del año pasado sufrió una cornada en la axila y ahora esta otra-, Espaliú cree que «son cosas que pasan. El año pasado también caí corneado en Sevilla en la axila, el mismo día de la gravísima cornada del banderillero Jesús Márquez. De hecho, cuando casi estaban acabando conmigo llegaron con Jesús Márquez y su tragedia… Pero son cosas que nos pasan a los toreros y hay que mirar hacia el frente. Hay que asimilarlas. Ahora sólo deseo recuperarme lo antes posible para seguir entrenando y a ver si en la tercera ocasión en Sevilla llegan esos momentos buenos como los que pude dejar en mi etapa sin caballos en esta plaza, cuando fui ‘Triunfador’ del ciclo de promoción«.

     Antonio Espaliú aún no ha tenido oportunidad de ver las imágenes de la cornada en una televisión, «sólo la he visto un par de veces en un video en el móvil de mi padre, y aún no he analizado qué ocurrió, ya que el primer novillo también me echó mano al entrar a matar. Ya tendré tiempo de poder analizarlo». En el momento de la grave cornada de la Maestranza sus padres estaban en el tendido. «Mi padre me suele acompañar siempre, y mi madre le echa mucho valor y cuando toreo cerca prefiere ir a verme a la plaza. Lo pasaron muy mal, pero creo que aunque no sea lo habitual lo pasó peor mi padre. Los dos se quedaron en las puertas de la enfermería esperando noticias. Debe ser duro vivir unos instantes como esos. Pero ya están más tranquilos».


GALERÍA GRÁFICA (Eduardo López)

Octavio Mulet y Ramón Vila descubren la herida.

A Espaliú le va a quedar una amplia cicatriz.

Imagen de la magnitud de la grave cornada sufrida.

Desde la ingle derecha hasta la parte alta de la cadera.

Los médicos han encontrado la herida en buenas condiciones.

Al final de la consulta, paciente y médicos acabaron bromeando.

 


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