El nuevo director general de Espectáculos Públicos y máximo responsable taurino dentro de la Junta de Andalucía, Luis Partida, ha rechazado plasmar con su firma el apoyo a la ILP que pretende que se declaren los toros como Bien de Interés Cultural y quede así blindada ante posible intentos de cese de los festejos.
Redacción.-
El nuevo director general de Espectáculos Públicos de la Junta de Andaucía, el socialista gaditano Luis Partida, se ha negado a firmar en los formularios de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en defensa de la Fiesta de los toros y su vigencia como elemento cultural.
Según informa el periodista sevillano J. Félix Machuca en la edición de ayer domingo de ABC de Sevilla (VER), «durante la Feria se ha dejado ver en el palco y en el callejón. Para eso es el rutilante nuevo director general de Espectáculos y Juegos de la Junta. Un puesto con una carga de trabajo hercúlea dado los continuos ‘espectáculos’ que da la Junta. A Luis Partida se le ha visto mucho y bien durante los días de la Feria taurina. Era su obligación. Estar en el sitio y arrimar el hombro con su presencia política en estos días donde la Fiesta está tan discutida. También, en este sentido, era su obligación firmar. ¿Firmar en dónde? En el documento de recogida de firmas que la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña ha venido pasando entre los aficionados para llevar hasta el Congreso la iniciativa de declarar Bien de Interés Cultural a los toros. ¿Y que pasó? Pasó que dijo: yo no puedo firmar eso. ¿Por qué? Yo que sé».
Muchos aficionados y profesionales taurinos se han prestado a plasmar su firma y datos entre los voluntarios que requerían su atención en este sentido cada día de toros en los alrededores de la plaza de la Maestranza. Se estima que cada día se han logrado recoger unas 200 firmas de apoyo. Sin embargo, según el citado periodista, precisamente el máximo responsable taurino dentro de la Administración andaluza no dio su conformidad a estampar con su firma el apoyo a la Fiesta de los toros para que se pueda tramitar una ley que la declare Bien de Interés Cultural, y quede así ‘blindada’ ante la posibilidad de obligar al cese de los festejos taurinos.
