La Asociación de Escuelas de Tauromaquia de Andalucía han nombrado hoy en Sevilla al diestro sevillano Juan Atonio Ruiz ‘Espartaco’ como ‘Profesor honorífico’ de las escuelas andaluzas. Al acto han asistido varios compañeros del torero de Espartinas, que hizo una encendida defensa de la Fiesta.
Francisco Mateos.-
El matador de toros sevillano Juan Antonio Ruiz Román ‘Espartaco’ ha sido nombrado ‘Profesor honorífico’ por parte de la Asociación de las Escuelas de Tauromaquia de Andalucia. El acto se ha desarrollado hoy en Sevilla y ha contado con la concurrencia de numerosos toreros como José Luis Galloso, Pepe Luis Vargas, José Antonio Campuzano o Francisco Ruiz Miguel; ganaderos como Luis Algarra o Manolo Bajo, y reconocidos aficionados como Ramón Vila, entre otros. También ha asistido el padre de Espartaco, profesor actualmente de la Escuela de Tauromaquia de Espartinas.
El director general de Espectáculos de la Junta de Andalucía, Manuel Brenes, acompañado por el presidente de las Asociación de las Escuelas de Tauromaquia de Andalucía, Eduardo Ordóñez, ha sido el encargado de entregar un diploma a Espartaco que le acredita como ‘Profesor honorífico’. Espartaco, en un alarde de improvisación, ha realizado una encendida y enérgica defensa de la Fiesta de los toros que ha impactado entre todos los asistentes por su fuerza y verdad. Tras sus palabras, muy emotivas, todos los asistentes le dedicaron, puestos en pie, una larga y atronadora ovación.
Espartaco ha defendido la vigencia de la Fiesta. «A nosotros, los toreros, no nos debe dar vergüenza ni sentirnos minorados de decir que somos toreros. Al igual que los alumnos de las Escuelas de Tauromaquia. Algunos llegarán a ser figuras del toreo, y otros, muchos, no lograrán ese sueño. Pero que sigan existiendo chavales de 14, 15 o 17 años que dedican su vida, sus años de juventud, a lograr un sueño como ser figura del toreo sigue dotando de una fuerza increíble a la Fiesta de los toros. La Fiesta de los toros -dijo- es la raiz misma de la vida. Aquí morimos de verdad, y alcanzamos la gloria de verdad, con nuestro esfuerzo. Disponemos de tan sólo 8 ó 10 minutos para crear una obra de arte única. En el teatro, en la pintura o en el fútbol, los artistas ensayan una y otra vez la obra; nosotros tenemos tan sólo 10 minutos para hacer arrte de un toro único, porque cada toro es ditnto al otro».
Concluyó con un mensaje de puesta en valor de la labor no sólo didáctica y de aprendizaje, sino social que realizan las Escuelas de Tauromaquia. «Los chavales que salen de las Escuelas de Tauromaquia podrán o no podrán llegar a alcanzar su sueño dentro del toreo, pero todos ellos salen siendo ‘señores de la vida’, algo que tiene en sí un gran valor».
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