Redacción.-
El balance de las actuaciones de los festejos celebrados con toreros sevillanos en la madrugada del viernes 4 de marzo al sábado 5 ha sido el siguiente:
CORRIDAS DE REJONES
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Toluca (México): Se han lidiado toros para rejones de Mar de Nubes, de buen juego. Diego Ventura, dos orejas y rabo, y dos orejas y rabo. Horacio Casas, silencio y dos orejas. Emiliano Gamero, que tomaba la alternativa, oreja, y dos orejas y rabo.
El rejoneador sevillano Diego Ventura ha arrancado por todo lo alto su periplo de cinco corridas seguidas durante el presente fin de semana de carnavales al cuajar dos soberbias faenas en una noche de toreo cumbre que tuvo como marco la Villa Charra de Toluca, en México, donde hizo su templado toreo a sendos y nobles toros de la ganadería Mar de Nubes, para cortar cuatro orejas y dos rabos. Tras haber otorgado el doctorado a Emiliano Gomero ante el testimonio de Horacio Casas, el carisma natural de Ventura brilló en el ruedo para lucir en otra estupenda ejecución de la monta de una espléndida cuadra. Su dominio de la técnica y la explosividad que imprime a cada una de sus evoluciones ha dado como resultado una presentación de gran impacto ante la afición mexiquense. Abrió el festejo un astado con recorrido de Mar de Nubes, que fue aprovechado por Diego de principio a fin. Lo recibió sobre los lomos de ‘Chocolate’ y apostó fuerte para colocar los rejones de castigo. Dio paso a ‘Nazarí’ con el que toreó poniendo el cuerpo del caballo cual muleta para templar la embestida y clavar las banderillas en pasajes muy reunidos. Siguió ‘Wellington’, que cual artista se dejó sentir en la plaza para llevarse la ovación de los asistentes que hicieron media entrada y que exigieron a la banda de música que interpretará el tema del lugar. Por último, con ‘Califa’ firmó la faena, toda vez que tras las banderillas cortas le permitió clavar el rejón de muerte de forma impecable para cortar las orejas y el rabo.
Con el segundo de su lote, de la misma procedencia, Ventura obtuvo de nuevo los máximos apéndices. Esta vez bajo los acordes del pasodoble Silverio Pérez y más tarde con el ritmo de Pelea de Gallos, desgranó su arte en la plaza, primero con las evoluciones de ‘Triana’. Cuando sacó a ‘Revuelo’ el público, que ya estaba entregado con él, se puso en pie para aplaudir los recortes por dentro y el temple en los terrenos tan comprometidos que pisó. La salida al ruedo de ‘Morante’ hizo hervir la plaza y la guinda del pastel fue colocada por ‘Don Ramón’ que se entregó al momento del embroque final para permitir a este caballista clavar otro rejonazo fulminante, con lo que consolidó una inobjetable salida a hombros.