El banderillero sevillano Curro Molina se ha visto obligado a guardar los vestidos de luces de forma indefinida al no rescuperarse de la grave lesión de abductores y cadera que sufre. La lesión se le detectó en mayo y desde entonces se le ha sometido a diversos tratamientos que no terminan de dar un resultado positivo.
Rredacción.-
El banderillero sevillano Curro Molina, que las últimas temporadas ha estado en la cuadrilla de Sebastián Castella, ha decidido aparcar su carrera profesional indefinidamente. El motivo no es otro que la lesión que arrastra desde hace tiempo y que le obligó a cortar la temporada en mayo.
Curro Molina, al que se le practicó una tenotomía de los aductores medios, ha sido sometido a multitud de pruebas médicas desde entonces en lo que ha sido un largo periodo de rehabilitación. Tras ocho meses inactivo, la unidad de cadera de la clínica Fremap de Sevilla, le ha detectado un problema que agrava en gran medida su estado y que le ha llevado a tomar la decisión de aparcar su carrera ante la imposibilidad de reaparecer con una fecha exacta.
El torero sevillano, sin duda uno de los mejores capoteros y banderilleros de los últimos años, cierra de momento una brillante trayectoria profesional en los ruedos a las órdenes de matadores de la talla de Rafael de Paula, Fernando Cepeda, Finito de Córdoba, Rivera Ordóñez o el propio Castella, con quien actuaba desde 2005.
Aunque no vuelva a vestirse de luces sí que le gustaría seguir vinculado a la profesión y a pesar de que no tiene nada concreto a corto plazo, Curro Molina asegura que «me encantaría poder transmitir lo que sé y lo que siento como torero. No descarto acompañar a algún torero, la asesoría técnica y la preparación física. Me encanta el campo y quizá pueda desarrollar una labor callada pero que ayude a perfeccionar la técnica desde mi forma de sentir la profesión. No lo sé, hay varias opciones, tampoco descarto llevar una ganadería…siempre en contacto con el toro».
