«…el cartel de este año elegido por los maestrantes –cuentan que ha costado 20 millones de pesetas- tampoco es afín ni a Sevilla ni al toreo sevillano. Una simple fotografía tratada por ordenador, que realmente no atisbo qué valía tiene. Será que tendré que hacerme tan ‘progre’ como los maestrantes…»
Francisco Mateos.-
No ha hecho falta ni que se confirme la eterna ausencia de José Tomás en la Feria de Abril por parte de Canorea-Valencia, ni que se confirme que de nuevo las dos mejores ganaderías de los últimos años –Cuvillo y Victoriano del Río- se queden fuera de una plaza que, por su importancia de primer nivel, debiera incluir ‘sí o sí’ a estos dos hierros. No ha hecho falta que salgan de nuevo a la luz papeles que demuestren bien clarito los caprichos de la delegada de la Junta de Andalucía, Carmen Tovar, para nombrar a presidentes ‘amiguitos’ suyos o a veterinarios ‘enchufados’, diga lo que digan los méritos taurinos de unos y otros. No, no ha hecho falta ni llegar a esas previsibles polémicas. Han vuelto a ser los maestrantes los que han servido en bandeja –un año más- la primera gran polémica de la próxima temporada. Y ya no hay marcha atrás.
A los maestrantes les va la marcha. En vez de buscar el consenso en una Sevilla taurina que cada vez está más desencantada con la empresa y la autoridad, los maestrantes se empeñan en presentar un cartel de toros que ya no es ni tal. Como algún lector de SEVILLA TAURINA ha dejado escrito en los comentarios de las noticias al respecto del ya polémico cartel de José María Sicilia, ya no se le puede decir a un torero cuando está sublime que «¡vaya pedazo de cartel de toros ha pegado!»; al menos, no un cartel de Sevilla, que son feos, feos como ellos solos. La obra ‘modernista’ de Sicilia, sufragada por los maestrantes, lejos de ser motivo de admiración entre los aficionados, es de nuevo motivo de chistes. Que sí ha hecho perfecto el ‘medio-toro’ que se lidia en Sevilla; que si la crisis ha llegado hasta los maestrantes y sólo tenían para pagarle la mitad; que si es como los cafés: “¡un cortado, oiga!”…
A los maestrantes les va la marcha. Ya el teniente hermano mayor, Alfonso Guajardo-Fajardo, ‘justificaba’ en este portal el primer año de reaparición de José Tomás la ausencia de Sevilla, echándole una mano a la empresa Pagés, afirmando que él no había tenido aún la oportunidad de ver una buena tarde del madrileño… No se conoce –aparentemente- que los maestrantes les lean la cartilla a Canorea-Valencia por petardos como el reciente de Zalduendo, por ejemplo. Mutis por el foro. No existen declaraciones alguna –en ese secreto hermetismo que envuelve la relación empresa-maestrantes- de valoración clara de la gestión empresarial año tras año. Así, cada vez se escribe más en artículos de opinión de conocidos periodistas y en los comentarios de aficionados anónimos aquello tan gráfico de «los maestrantes, a poner la mano para cobrar y a mirar para otro sitio».
Y el cartel de este año elegido por los maestrantes –cuentan que ha costado 20 millones de pesetas, aunque como toda información que haya que contrastar con los maestrantes está rodeada de total hermetismo y silencio- tampoco es afín ni a Sevilla ni al toreo sevillano. Una simple fotografía tratada por ordenador, que realmente no atisbo qué valía tiene. He de reconocer que soy de los torpes para valorar el arte ‘supermodernista’, pero no lo veo… Será que tendré que hacerme tan ‘progre’ como los maestrantes. «¡Marcha. Marcha, queremos marcha!…».
NOTICIAS RELACIONADAS
- OPINIÓN.- Engañosamente simple (Lunes, 29 de noviembre)
- FOTONOTICIA.- Otro cartel para la polémica (viernes, 26 de noviembre)