CURRO JAVIER - Banderillero

«El toreo no es un trabajo; hay que sentirlo y amarlo»

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Curro Javier. (FOTO: Paco Díaz / toroimagen.com)
Curro Javier. (FOTO: Paco Díaz / toroimagen.com)

Francisco Javier Amores Morales ‘Curro Javier’, de Sanlúcar la Mayor, es uno de los nombres más importantes de la torería de plata. Torero de tradición familiar, tras un período como novillero en el que llegó a triunfar en la Maestranza, cambia el oro por la plata en 2001. Se ha consolidado en la cuadrilla de Manzanares.

Ángel Bustos.-

Estará satisfecho con la Feria de Abril que ha echado…

Muchas gracias. La verdad que estoy contento y mucho más por el matador (Manzanares) y mis compañeros, que han echado una Feria de categoría.

Ya es costumbre darle la enhorabuena después de una Feria importante, pero concretamente después de la Feria de Sevilla. El año pasado, premio. En la de este año es uno de los nombres importantes… ¿te motiva especialmente esta plaza?

Siempre te gusta que te reconozcan que lo has hecho bien, y si es en la Feria de Sevilla aún más; y si está contento el matador mejor. El año pasado me dieron muchos premios y fue muy bonito porque es lo que se sueña cuando uno se hace banderillero. Sevilla para mí es muy especial, es mi tierra y me motiva mucho torear aquí. Me encanta torear en esa plaza.

¿A qué sabe una ovación de la Maestranza?

Sabe a gloria, es diferente a todas.

Todos los toreros sois muy exigentes con vosotros mismos, pero imagino que estará muy satisfecho de su paso por Sevilla. ¿Cómo calificaría sus tres actuaciones (incluyendo Domingo de Resurrección)?

Yo personalmente me exijo mucho a mí mismo y siempre hay algo que mejorar, pero estoy satisfecho, quitando el día de Torrealta, que para mí fue el toro más complicado de banderillear que me ha salido desde que estoy de banderillero. El Domingo de Resurrección disfruté mucho con el capote y las banderillas; fue una tarde buena. Y en la tarde de la del Pilar toreé un toro con el capote muy a gusto y con los palos no fue fácil, pero salió todo muy bien y esa tarde fue muy bonita porque José Mari estuvo a punto de salir por la Puerta del Príncipe y viví momentos muy bonitos.

Es evidente que existe una química especial entre Manzanares y la plaza de Sevilla. ¿Cómo ha vivido la evolución de José María Manzanares en estos años y cómo ha evolucionado en su caso desde su llegada a su cuadrilla?

A José Mari le encanta torear en Sevilla y hace una preparación muy intensa para que le salga todo bien; ha triunfado todos los años. A él le quieren mucho aquí, es torero de Sevilla sin duda. Este torero no tiene techo y cada vez lo ves mejor. Este año a mí me ha demostrado que es un torero muy grande, con el daño que tenía en la espalda, que había días que no se podía ni mover y la Feria que ha echado… Y todo eso influye para que tú vayas a más en tu profesión. Cada año que pasa te da a más seguridad y lo ves más claro, y desde que estoy con él me ha dado mucha confianza y nos llevamos muy bien; es muy buen jefe (bromea).

Qué faena el tema de la lesión, ¿verdad?

La verdad que con el momento en el que está y tener que parar es una faena, pero lo estaba pasando muy mal y tenía que operarse ya porque lo que tenía no era una tontería. Llevaba mucho tiempo con los dolores; cualquier persona que tiene eso no puede moverse y él ha estado poniéndose delante de muchos toros y podía correr peligro de no operarse. Pero él es muy fuerte y pronto estará toreando, seguro.

Consolidarse con una figura puede servir para dar al banderillero la estabilidad necesaria que le permita crecer y desarrollar todo el toreo que lleva dentro, pero imagino que también supondrá un incremento muy importante de presión. En su caso, ¿cómo han jugado estos dos factores?

Te da mucha estabilidad pero mucha responsabilidad a la vez. En mi caso he superado mucho eso, yo confío en mí y sé que estoy preparado para estar donde estoy. Ique el matador vea lo mejor posible al toro en mis manos y a la vez disfrutar con lo que hago.

Muchas veces el papel del banderillero, dada la enorme presión a la que están sometidas las figuras del toreo, pasa por hacer de padre, psicólogo, amigo, compañero,… ¿cómo es en su caso?

Tengo la suerte de estar con un torero y un equipo que nos llevamos fenomenal. Somos como una familia y estamos todos a una: la cuadrilla con el torero y el torero con la cuadrilla. Nos conocemos muy bien y estamos muy compenetrados.

Perteneces a una generación de buenos toreros sevillanos que, aunque jóvenes, se consolida en las filas de las figuras de los banderilleros, ¿cómo ves la cantera sevillana?

En estos momentos en Sevilla hay muy buenos banderilleros; todos queremos estar arriba y vivimos para la profesión. Es la época que casi todas las figuras tienen algún banderillero de Sevilla; será por algo.


Hacerse banderillero es una decisión dura porque se van las ilusiones que has tenido toda tu vida, pero cuando llega ese momento ya es porque lo tienes claro y no puedes seguir



 Cuando empecé en esto tenía un sueño, que era ser figura del toreo, pero no pudo ser. Ahora mismo no me cambio por nadie. Estoy cumpliendo el sueño de ir con un torero muy grande, toreando en todas las plazas


Curro, ¿cómo se toma la decisión de hacerse banderillero?

Bueno es una decisión dura porque se van las ilusiones que has tenido toda tu vida pero cuando llega ese momento ya es porque lo tienes claro y no puedes seguir. Empiezas a cambiar el ‘chip’ y a ilusionarte de otra manera con el capote y las banderillas.

¿Cómo fueron tus comienzos, hasta tu colocación en la cuadrilla de José María Manzanares?

Todos los comienzos son duros, empiezas de cero. Empecé a torear sin caballos con chavales de las escuelas. Toreé novilladas picadas con Javier Solís, Manuel Escribano, Manolo Martínez, que fue con el que toree en muchas plazas de primera como Valencia, Madrid, Sevilla, Córdoba… También toreé mucho por el Valle del Terror y eso me sirvió mucho para hacerme, y así anduve suelto hasta el año 2005, en el que toreé con Canales Rivera, Antonio Barrera, Luis de Pauloba, Domingo Valderrama, Fernández Pineda… Ese año toreé unas 50 corridas y ya me vieron muchos profesionales del toro. Ese año me llamaron para Manzanares y desde el año 2006 estoy con él, y hasta ahora.

¿Qué sueños ha cumplido en el toreo y cuáles le quedan por cumplir?

Cuando empecé en esto tenía un sueño, que era ser figura del toreo, pero no pudo ser. Ahora mismo no me cambio por nadie. Estoy cumpliendo el sueño de ir con un torero muy grande, toreando en todas las plazas de España, Francia y América, comer de mi profesión y llevar a mi familia para adelante con lo que hago.

¿Qué metas se ha marcado?

Mi meta es estar como estoy mucho tiempo y siempre aprendiendo cada día más.

¿Cuál es el toro que mejor ha lidiado? ¿Y su mejor par de banderillas?

Un toro de Juan Pedro Domecq en El Puerto de Santa María en 2008; disfruté mucho con el capote. Y en banderillas también en El Puerto de Santa María, un toro de Santi Domecq ese mismo año.

¿Su profesión tiene más de trabajo o de pasión?

El que se sienta torero no se puede tomar esto como un trabajo; tiene que sentirlo y amar la profesión. El que se tome esto como un trabajo nada más, no creo que aguante esta presión; es muy duro, todos los días jugándote la vida te hace pensar muchas cosas, por eso hay que echarle pasión.

¿Qué hace falta para ser figura del toreo? ¿Y de los banderilleros?

Ser figura del toreo es muy difícil, tienes que tener muchas cualidades; y de banderillero vivir para esto, tener mucha afición y confiar en tus posibilidades.

¿En qué toreros se mirabas cuando era novillero y en cuáles se miras ahora?

Da la casualidad que uno de los toreros que me gustaban mucho cuando empezaba era el maestro Manzanares y para mí es ahora un orgullo ir de banderillero con su hijo y de haber conocido personalmente al maestro. Ahora me fijo en muchos de mis compañeros: los hay muy buenos y de todos se aprende.

¿Qué potenciaría y qué borraría de la Fiesta?

Ayudar más a los novilleros, que se den más novilladas, que las futuras figuran tienen que salir de ellos y que nos pasen a Cultura, que el toreo es cultura.

¿Joselito o Belmonte?

Joselito.

¿Sevilla o Madrid?

Sevilla.

¿Sevilla o Betis?

Mucho Betis.

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