Crónica de una muerte anunciada

Enrique Píriz.-

     Señores, seamos serios. Si la pomposamente llamada 'Feria Mundial del Toro' se hacía para darle al espectáculo promoción y de ésta, los primeros y directos beneficiados serían los taurinos… resulta inconcebible que ni particular, ni corporativamente pusieran un solo euro. Por favor, señores: un poco de vergüenza… torera, por supuesto.

     La suspensión (¡definitiva!, que nadie se engañe) de la Feria del Toro de Sevilla, estaba cantada. Sus promotores nunca fueron capaces de dotarla de un sentido, de marcarse unos objetivos. Sin un "para qué" era difícil que hubiera un "cómo" y la Feria quedó convertida en puro acto social, que además era clasista. Y pretendían que este 'sarao' lo pagaran las arcas públicas.

     El principal culpable es la Unión de Criadores de Toros de Lidia, que además de marginar a las otras asociaciones de ganaderos, hacía una aportación económica ridícula y quería sacar pecho. Y, eso sí, culpar a las administraciones públicas de su incapacidad, con el aplauso de todos los estamentos de la Fiesta.

     Si los taurinos, a través de sus asociaciones de ganaderos, de matadores, de subalternos, de empresarios, de mozos de espadas, de cirujanos taurinos, de presidentes… de todo lo que ustedes quieran, no son capaces de diseñar, organizar ¡y pagar! una Feria para promocionar su negocio, mejor estarían quietos y callados.

     Y luego tienen la osadía de pedir la autogestión… ¡Qué gente más frívola!

*Enrique Píriz es vicepresidente de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla.