«…Para un torero acordarse de los toreros muertos en el ruedo, precisamente antes de torear, debe ser un suplicio. Así que si un hombre que se va a jugar la vida, en el momento más tenso de la tarde, antes de romper el paseíllo, no quiere que se le recuerde que puede acabar como Paquirri en Pozoblanco, hay que respetarlo, y yo, en este caso, me pongo del lado de Morante…»
Artículo de opinión completo de Ignacio Sánchez-Mejías en la sección OPINIÓN.
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