«…Manuel Jiménez ‘Chicuelo’ será historia eterna de Sevilla en su Alameda. Otra genialidad del toreo sevillano se hace monumento como monumentos a la tauromaquia fueron sus gloriosas tardes de toros en España y en América. Allí, en el bohemio bulevar sevillano, entre las columnas romanas de Hércules y Julio César, los vuelos de las chicuelinas envolverán para siempre los ecos del quejío gitano de Caracol y la sutil y delicada ‘voz de sombra’ de La Niña de los Peines…»
Artículo de opinión completo de Manuel Viera en la sección OPINIÓN.
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