Novilleros, un escalafón de escaso interés

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Novilleros, un escalafón de escaso interés

Real Maestranza – Novillada con picadores de abono, Domingo 28 de Junio de 2009

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de Javier Molina, bien presentados, nobles, parados, flojos y de escasa raza. Destacó el tercero, que mostró transmisión en sus embestidas

NOVILLEROS:Juan Luis Rodríguez, de celeste y oro, saludos y silencio tras aviso.
Diego Lleonart, de salmón y oro, que se presenta en esta plaza, silencio y silencio.
Rafael Castellanos, de blanco y oro, que se presenta en esta plaza, saludos y silencio.

INCIDENCIAS: Algo más de media plaza.

Terminó el ciclo de novilladas de abono en la Maestranza con sólo dos ovaciones, las que le ofrecieron a Juan Luis Rodríguez tras realizar con decisión y técnica una buena faena a su primer novillo, aunque no le prestaran demasiada atención; y la que le dieron al debutante Rafael Castellanos después de mostrar un toreo vibrante, de raza y valor con el encastado tercero. El también debutante Diego Lleonart, que sorteó el peor lote, fue silenciado tras dejar atisbos de sus clásicas formas.


Buen remate de faena de Juan Luis Rodríguez.
FOTO: Matito.

Manuel Viera.-

No fue probablemente lo mejor de su toreo, aunque posiblemente con mejor técnica del que le vimos realizar en su anterior comparecencia en esta plaza. De todas formas, la bondad del noble y soso primer novillo de Javier Molina se prestaba al reto. Y Juan Luis Rodríguez lo afrontó con claridad de ideas y con decisión, con un aprendido oficio que le hizo emplear la necesaria técnica para sacar tajada de unas embestidas nobles, pero de escasa transmisión. De ahí que los muletazos diestros se sucedieran lentos, hondos, e incluso algunos ligados y rematados, con el añadido de un atisbo de natural suave y de calidad. Cosa seria para espíritus sensibles, que por desgracia, hoy, estaban ausentes de la plaza. Un público de invitación y el habitual dominguero guiri no le prestaron demasiada atención a este buen torero que abría plaza. El resultado final fue poco emotivo, pero sí revelador de la personalidad del que quiere con su toreo alcanzar su objetivo. Y ahí, en ese detalle mínimo y ensimismado del pase por bajo y la trinchera, es donde Rodríguez busca su camino para llegar. Una estocada de efecto rápido le hizo saludar a una ovación con menos fuerza de lo


Diego Lleonart se estira por el lado derecho.
FOTO: Matito.

esperado.

Y a medio camino se quedó con el cuarto, un novillote de embestidas descompuestas y con la casta bajo mínimos. El albaceteño, que volvió a mostrar su buen estilo con la capa, anduvo decidido con la muleta, muy auténtico en las formas, aunque le costara un mundo templar la acometida del novillo, a veces por la violencia en la embestida y otras por las molestias del viento. La espada se le atravesó esta vez y todo quedó en el silencio que sentencia lo hecho.

Ya le vimos su toreo en esta plaza el pasado julio en los festejos de promoción. Rafael Castellanos es un novillero de raza, de notables cualidades en sus formas, vibrante en su quehacer con la capa y con cierto aroma emocional cuando utiliza la muleta. La faena al encastado tercero, un novillo mansurrón en los primeros tercios de la lidia pero que tuvo su chispa durante el trasteo de muleta, fue realizada con demostrado valor y peculiar estilo, aunque le faltó coherencia debido a la discontinuidad de unos muletazos, excesivamente punteados, acelerados en exceso, quizá debido a la escasa técnica, pero sí expresivos en su contenido. Atemperó más su toreo en un escaso intento


El debutante Rafael Castellanos en un buen derechazo.
FOTO: Matito.

al natural con el que no llegó a puntuar alto. Manejó la espada con decisión y le ovacionaron con fuerza. Al sexto no hubo forma de hacerlo pasar por la muleta. Castellanos lo intentó de todas las formas posibles. El flojo, descastado y parado animal se fue para el desolladero sin que el debutante le diese un solo pase.

A Diego Lleonart se le paró demasiado pronto el segundo, un novillo falto de raza y de sosas embestidas. Este otro debutante de Castellón mostró su formas clásicas, quizás algo tensas, en una faena de correctos trazos, templados a veces, pero pocos emotivos. Empleó más la derecha que la izquierda, aunque con ningunas de las dos manos logró convencer con su toreo. Al complicado quinto le anduvo siempre para atrás con la capa, y con la muleta le fue imposible dibujar un pase limpio. El molesto cabeceo del utrero le restó posibilidades a una faena sin trascendencia y dispersa.

Y así, con novillos bien presentados -tónica general en estos festejos de abono- aunque faltos de casta, terminó el ciclo sin que los actuantes le dieran el necesario impulso a un escalafón sin demasiado interés en los que lo forman.

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AL NATURAL

En elogio del apodo

Ignacio Sánchez-Mejías.-

Animado por algunos contertulios he asistido a la novillada de hoy a ver al tal Rodríguez, y tengo que decir que después de ese apellido sólo puede venir un buen apodo; si no, se confunden como ya nos ha pasado.

Ningún torero Rodríguez ha sido nadie en esto sólo con ese apellido: Manuel Rodríguez MANOLETE, Joaquín Rodríguez COSTILLARES, José Rodríguez PEPEHILLO,… hasta los Campuzanos son Rodríguez. Cómo será la cosa que hasta nuestro presidente del Gobierno, y fíjense si será notorio nuestro presidente del Gobierno, nadie lo conoce como Rodríguez, como mucho por Zapatero, pero para ser alguien hasta en política y para ganar unas elecciones, se tuvo que poner un apodo, José Luis Rodríguez ZP, como su retocayo José Luis Rodríguez EL PUMA. Solo uniendo sus fuerzas se ha podido hacer algo con este apellido, LOS RODRIGUEZ, mítico grupo de rock.

La novillada de Javier Molina ha estado impecablemente presentada, no es que fuera como dicen los taurinos 'una corridita de toros' es que estos pasaban como corrida de toros en la mitad de las plazas de España, novillos hechos, cuajados y arrastrando los rabos por la arena. Cuando las cosas se hacen bien hay que dar la enhorabuena al ganadero y a la empresa. Después ha tenido tres novillos con faena y otros tres más complicados, y, en general, han peleado en caballos empleándose.

Este Juan Luis Rodríguez, que va a tomar la alternativa sin apodo, tiene maneras de torero caro pero hoy no ha tenido su día. Su primero, aunque un poco sosote, se merecía otra cosa. Diego Lleonart no parece que quiera ser torero y a Rafael Castellanos, torero de corte pinturero, se le va la fuerza por la boca, porque su primero lo desarmó tres veces. El programa oficial decía que su apoderado es Jesús Janeiro, pero no sé si este Janeiro es el auténtico Jesulín, porque si lo es, debe de estar enfermo, pues no se le vio en el callejón.

*Ignacio Sánchez-Mejías es economista, auditor de cuentas, socio de RSM Gassó Auditores y profesor asociado de la Universidad de Sevilla / Publicado en el blog 'Desde el tendido 2' de ABC-Sevilla.

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