Fandi y Perera, dos grandes triunfadores de la Feria de Osuna.
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Jesús Sánchez Ortiz.-
La Feria Taurina de Osuna ha sido un fracaso por la falta de público en sus tendidos, sobre todo el sábado y domingo. La empresa volvió a apostar a lo grande por esta plaza y se llevó un gran desengaño. ¿Será la crisis, los precios? No sabemos. Porque los carteles, más rematados no podían estar. Se anunciaron todas las figuras del actual panorama, tanto a pie como a caballo, incluso en esta edición con ganaderías de primera categoría, que echaron incluso toros extraordinarios, con dos corridas de toros y una de rejones.
El viernes vimos dos toros buenos de verdad, el tercero y el lastimado quinto de la ganadería de Buenavista. En la corrida estrella del sábado, Martelilla envió a la centenaria plaza de la villa ducal un gran encierro, del que destacaremos un extraordinario toro lidiado en cuarto lugar, aunque pitado a su salida por ser bizco de pitones, pero que luego embistió como una máquina y aguantó todas las carreras de El Fandi tanto en banderillas, como su repetición en la muleta. Se obsequió con una rara vuelta ruedo, ya que tuvo que salir del desolladero para recibir tal honor, pues ni el delegado gubernativo ni los mulilleros vieron el pañuelo azul del palco presidencial. La corrida para rejones fue de menos raza y no ayudó tanto como las anteriores, aunque es de justicia decir que si los rejoneadores hubieran acertado con el rejón de muerte estaríamos hablando de un triunfo más sonado.
Los toreros anunciados dieron la talla en su medida. Curro Díaz cortó una sola oreja en el segundo de su lote después de un revolcón por descuido. Hizo su toreo bueno pero no llegó a rematar faenas. El mexicano Alejandro Amaya, en tono menor que la edición anterior, realizó un toreo clásico pero siempre a la defensiva; le tocó en suerte un gran toro que se partió una mano y se perdieron las oportunidades, incluso habiendo lidiado el sobrero que regaló. Cesar Girón realizó el mejor toreo de la tarde del viernes por ambos pitones a su primer enemigo, un buen toro repetidor que lo entendió a la perfección pero que no culminó faena por fallar con los aceros, perdiendo un buen triunfo que necesita.
El Fandi, fiel a sus principios, volvía a esta plaza con ganas de triunfo y lo consiguió a lo grande. Banderilleó a sus toros espectacularmente como acostumbra, incluso los mató a la primera. En el cuarto, el segundo de su lote, con el mejor toro de la Feria, lució su toreo y le valió el corte de dos orejas y rabo. Cayetano, al igual que El Fandi, volvía a Osuna tras una penosa actuación hacía dos años. Sus intenciones fueron otras y demostró su buena herencia torera tanto con el capote como con la muleta; mejor en su primer oponente que en el segundo. Sólo cortó una oreja.
Mención aparte necesita el torero extremeño Miguel Ángel Perera, que debutaba en esta plaza. Demostró raza y categoría torera: así se debuta en una plaza, sea la que sea. Variado toreo de capote, al recibir y en quites. Cumbre con la muleta en sus dos toros. Comienzo de su primera faena con siete pases sin moverse del sitio, inmejorables. Toreo largo y poderoso con una gran estocada que le valieron las dos orejas. A su segundo, un toro que también sirvió, lo recibió con la muleta en el centro del ruedo, con un pase cambiado por la espalda, anunciando lo que seria una faena de figura del toreo. Lástima que tras matar de una estocada tuvo que descabellar en varias ocasiones y perdió los máximos trofeos.
En la corrida de rejones, Antonio Domecq sustituyó a Fermín Bohórquez por enfermedad. Realizó un rejoneo clásico y serio, pero el fallo con el rejón de muerte lo acusó en sus toros. Comparecía, como máxima figura del rejoneo Diego Ventura en la plaza de toros de Osuna y su tarde no fue la más acertada: ni sus enemigos ni él pusieron de su parte para triunfar en un ruedo tan esperado. Una oreja no justificó su presencia en la tradicional corrida de rejones. El joven Leonardo Hernández también cortó un solo apéndice en su primero y estuvo más voluntarioso que sus compañeros, realizando lo mejor de la tarde. El mal uso con el rejón de muerte también le privó de algún trofeo más.
Conclusiones
La Feria Taurina de Osuna 2009 tuvo buen toreo, algunos buenos toros, pero la gente no respondió en su medida. La empresa volvió a apostar y mejoró el tema ganadero. La prensa citaba en sus crónicas que la corrida del sábado estaba mejor presentada que las lidiadas en la Feria de Jerez. Y eso ya es importante. Las figuras no deben cobrar tanto si no llenan; eso está claro: por eso son figuras. Igualmente Diego Ventura, que era muy esperado, no fue capaz ni de llegar a los tres cuartos de aforo de la plaza. Preocupante, muy preocupante. Los tendidos de sombra se cubrieron las dos tardes importantes, pero los de sol no. Sigo pensando que los precios de las entradas de sol hay que abaratarlos y poner entradas baratas para niños hasta 10-12 años, y no sólo hasta 5-6. La juventud es el futuro de la Fiesta y si no logramos llevarla, mal asunto se nos presenta.
Aunque siempre nos quedará el recuerdo del buen toreo de Miguel Ángel Perera y de un extraordinario toro de Martelilla, que fue premiado con la vuelta al ruedo… Y el que no vino, se lo perdió.
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