Real Maestranza – Novillada con picadores de abono, Domingo 7 de Junio de 2009
La noble aunque sosa novillada de Montealto no ha sido exprimida al máximo esta tarde en la Maestranza. Ni los debutantes Fernando Tendero y Joao Augusto Moura, ni el francés Román Pérez, que repetía actuación tras su anterior triunfo en esta plaza, han sabido aprovechar las notables embestidas que le han brindado sus oponentes. Tendero firmó la mejor estocada de la tarde, mientras que Román Pérez se mostró demasiado espeso. Y con ganas y disposición, aunque con escaso oficio, el portugués Moura.
Manuel Viera.- El debutante Fernando Tendero lo quiso hacer fácil con el noble, soso y flojo primero, y aunque sus formas están relacionadas con el valor y una determinada ambición, su buen concepto del toreo no alcanzó más cota que la de la disposición por agradar. Este otro Tendero, Fernando, dibujó el pase a derecha e izquierda, templado a veces, pero sin llegar a calar en el tendido. Incluso a los detalles de finales le faltaron prestancia. La faena al noble e interesante cuarto fue una síntesis de sus mejores cualidades: valor y disposición. Antes se fue a portagayola y se mostró vibrante con el capote. Después consiguió su mejor resultado con la espada, firmando un trasteo discontinuo, de medios pases y muy despegado con una contundente estocada. Pese a la ovación con la que se le premió lo hecho, la faena no tuvo coherencia. A Román Pérez se le premió con la repetición tras lo hecho con el primer toro de su anterior actuación en esta plaza, porque con el segundo -ya quedó escrito- tuvo crisis de valor y de toreo. Crisis que le sigue y quedó demostrada en esta segunda y consecutiva tarde en la Maestranza. El novillero francés le realizó al segundo, un novillo con la embestida algo descompuesta pero que acudía a los engaños sin demasiadas complicaciones, un toreo sin dimensión, espeso, y a pesar de los muchos pases, por aquí y por allá, no encontró la forma de hilvanar un trasteo que distó muchísimo del que le vimos con el utrero de su presentación. Igual abundancia de pases empleó con el descastado quinto, al que toreó muy despegado, muy para fuera, aburriendo a quienes prefieren el trazo claro y definido y hacia dentro. Y es que los caminos del toreo raramente pueden ser lineales, y sobre todo desajustados hasta decir basta. A ambos los mató mal. El también debutante, Joao Augusto Moura, tuvo en suerte al mejor novillo de la tarde, sin que lo hecho tuviera más interés que el de unas formas donde el temple es su objetivo. No obstante, el torero portugués acusó su falta de oficio. Quiso torear despacio con la capa y lo intentó con la muleta en la faena al buen tercero, sin conseguir continuidad en un trasteo donde tras los dos primeros pases el siguiente le resultaba punteado. Le faltó intención de dejarle el engaño para hilvanar las embestidas y no hubo formar de cogerle el son a la calidad del utrero de Montealto. El sobrino del rejoneador portugués Joao Moura dibujó el pase con buen trazo y buen concepto, pero sin llegar a estar a la altura que merecía la calidad del animal. Mató bien y fue ovacionado por muchos de sus paisanos. Al parado sexto, el peor de la interesante y bien presentada novillada de Montealto, le fue imposible darle no más de dos muletazos. A este lo mató mal.
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VER GALERIA COMPLETA | VOLVER A TEMPORADA La Corrida Moderna (de verdad) Francisco Mateos.- Hace un par de temporadas se intentó poner en práctica uno de esos sueños mágicos de ese loco del toreo y el teatro que es Salvador Távora. No está el patio para muchas pruebas, debieron pensar los taurinos… El genial dramaturgo sevillano, gestor de aquella 'Carmen. Ópera de cornetas y tambores' que llegué a ver cuatro veces en plazas de toros con la lidia de un astado y tres veces en teatros, con Lalo Tejada en una actuación estelar, llamó a aquel otro sueño mágico 'La corrida moderna'. Se trataba de fusionar rejoneo y toreo a pie, de regresar a los ancestros como un paso al futuro. Corrida moderna en busca del pasado; así de asimétricas son las ideas de este Távora revolucionario, en el que la suerte de varas, en vez de los picadores, la realizarían rejoneadores expertos, que competirían en liza con los propios toreros, a la vieja usanza. Pero no; esa no era la 'corrida moderna' que quieren los taurinos. La corrida moderna es la novillada de esta tarde en la Maestranza. Seis novillos nobles como ellos solos; descastados, aborregados… y todos los 'ados' que les quieran poner, porque la palabra bravo no admite el de 'abravados', lo que jamás existe dentro de una 'corrida moderna'. La corrida moderna es la lidia de seis astados que no ponga en complicaciones a los toreros, tres toreros que acaben el festejo 'sin despeinarse'. Ninguno de los tres novilleros de esta tarde han merecido hacer el paseíllo en Sevilla con esa disposición; ni al que repetían. Parecía que tenían tres cortijos cada uno. Ni un atisbo de emoción en toda la tarde. Uno tras otro iban cayendo los seis novillotes y nada ocurría; absolutamente nada, más allá de los mil muletazos sin contenido. Un dejar pasar el tiempo sin poner nada de su parte. La 'corrida moderna' (de verdad). ¡Ojú, que tostón! |
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– Comentarios –>
Comentarios disponibles: | |
Fecha: 2009-06-10 18:54:07 | Autor: kapy |
En Sevilla, tenemos por suerte muchos chavales que quieren ser toreros,¿por que la empresa no les da la oportunidad y si repite el Frances?. ¿Hay que tener un apoderado empresario para torear en Sevilla? | |
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Fecha: 2009-06-10 01:20:14 | Autor: Sir Alfred |
Moura, me gusto mucho Moura y no tuvo opciones al contrario que los otros actuantes. Me parece injusto valorarlo igual que a los otros dos. | |
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