Ignacio Sánchez-Mejías.-
Morante de la Puebla es un torero distinto, y eso se cotiza. Pero otra cosa es que esté sobrevalorado. Y digo esto porque me han contado que, entre sus acuerdos con la empresa de Sevilla, además de abrir el abono el Domingo de Resurrección, el mano a mano del jueves de preferia con los 'victorinos' y las de farolillos, está el que, si la temporada les resulta según sus deseos, se encierre con seis toros el 12 de octubre para cerrarla.
No sé si esto será verdad porque los interesados no lo han dado a conocer pero, de ser cierto, podría parecer un premio exagerado. Sólo recuerdo en Sevilla dos encerronas: una de Curro a principios de los 70, en mis tiempos jóvenes de grada, y la más reciente de un Espartaco en figura con los 'miuras'. No digo que no haya habido otras, sólo traigo aquí lo que es digno de mención.
Somos poco partidarios de los encierros de seis toros para un solo torero porque suelen resultar aburridos y deben de ser para toreros de recursos y variados. Al aficionado esto le suena más a limpieza de corrales de final de temporada. A la estela de lo tremendo que estuvo Perera en Las Ventas para rematar una temporada de ensueño, quizás se quieran celebrar algunas otras encerronas este año, pero esto debiera ser un caso excepcional, y Morante no lo es, o al menos no lo es todavía. Ya he dicho que me gusta su toreo las pocas veces que lo hace porque se deja ir muchos toros, y esa irregularidad es la que no le da garantías para lidiar seis toros seguidos y lo que no le hace merecedor de ese premio.
Según parece tendremos a Morante en la entrada del Domingo de Resurrección, en el plato fuerte con El Cid 'mano a mano' en los 'victorinos', y de postre con 6 toros en octubre. Si le añadimos las de farolillos, nos podemos indigestar.
Tengo un cliente, consejero delegado de un grupo de empresas, que dice que él a sus directivos les pide resultados, y que cuando en vez de resultados le dan explicaciones, los despide. Si hacemos caso a lo que dicen de que Perera ya está apalabrado, todo lo que sea un abono sin José Tomás será un fracaso lleno de explicaciones que no puede tapar tanto abuso de Morante hasta en la sopa.
*Ignacio Sánchez-Mejías es economista, auditor de cuentas, socio de RSM Gassó Auditores y profesor asociado de la Universidad de Sevilla / Publicado en el blog 'Desde el tendido 2' de ABC-Sevilla.
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