«…la sociedad Pagés aguantó hasta la hora de la corrida, siendo peores las condiciones meteorológicas. Normal: había un bolón en taquilla para una terna de coste bajo. Ahora las incomodidades de los abonados se las pasaron por el forro de la taleguilla: «Lo que digan los toreros». ¿¡Y qué iban a decir los tres chavales¡? El presidente les hizo la rabona a todos con razón (ruedo impracticable). Pero con otras formas, mejor…»
Zabala de la Serna (ABC).- Tercera suspensión consecutiva en Sevilla. El cartel amarillo de Barceló y su toro ensartado como un pincho moruno nada bueno presagiaban. Tan mal futuro era impensable. Lagarto, lagarto, ¡por pintar una lagartija! Suspendieron la tarde del martes, no paró de llover y nadie dijo 'mú', salvo los aficionados que se dieron mus con las entradas; aligeraron la suspensión del miércoles a las doce de la mañana porque caía agua a manta y el satélite de la NASA de Canorea vaticinaba el diluvio: no cayó una gota desde entonces hasta la madrugada, cuando Morante, El Juli y Manzanares dormían plácidamente. Primó el beneficio de la afición, a la que no se quiso molestar yendo a la plaza como el inspector Gadget, con paraguas, gabardina y sombrero impermeable. Uno de los carteles más caros del abono pasó a mejor vida (el seguro). Pero ayer, con tres hombres necesitados de torear, Salvador Vega, Salvador Cortés y Daniel Luque, la sociedad Pagés aguantó hasta la hora de la corrida, siendo peores las condiciones meteorológicas. Normal: había un bolón en taquilla para una terna de coste bajo. Ahora las incomodidades de los abonados se las pasaron por el forro de la taleguilla: "Lo que digan los toreros". ¿¡Y qué iban a decir los tres chavales¡? El presidente les hizo la rabona a todos con razón (ruedo impracticable). Pero con otras formas, mejor. Digamos que fue el cartel. Amarillo. (Publicado en ABC en la edición del viernes 11 de abril) NOTICIAS RELACIONADAS:
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