Ni una. Ni una sonrisa ni gesto de satisfacción han podido esbozar los tres espadas del cartel del viernes del farolillos. A pesar de las enormes ganas de toros que teníamos todos tras tres días de sequía taurina por las suspensiones por lluvia, la ganadería de Juan Pedro Domecq se encargó de destrozar la tarde. Curro Díaz, El Cid y Miguel Ángel Perera se dieron con un canto en los dientes.