Hacer el paseíllo en la Real Maestranza de Sevilla, y además hacerlo en plena Feria de Abril no es cualquier cosa. El torero se juega mucho. De ahí que lleguen al patio de cuadrillas muy concentrado en la tarde de toros. Ponce, concentrado en su magisterio. Castella, necesitado de un golpe de efecto en la Maestranza; y Manzanares, la concentración de un rito.