Carlos Trejo augura una larga vida a la Fiesta en su pregón de la Tertulia «Los 13»

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«No se pueden permitir ataques a la Fiesta de antitaurinos, apoyados por partidos políticos; grupos independentistas radicales que no respetan la multiculturalidad? Vayamos a los toros; hablemos de toros ? parafraseando a Curro Puya ?; pregonemos la Fiesta sin vergüenza y sin que nadie se atreva a insultar».


Carlos Trejo, tras su intervención en el pregón.
FOTO: Sevilla Taurina.

Carlos Moya.-

     Carlos Javier Trejo Galván ha sido el encargado de pronunciar el pregón de la sevillana 'Tertulia Taurina Los 13' en el Ateneo hispalense. A lo largo de su pregón, expuso toda una serie de salvas de argumentos para la defensa de la Fiesta. La presentación corrió a cargo de Antonio Bustos, director del Curso de 'Temas sevillanos' y miembro de 'Los 13', quien relató la trayectoria taurina en la corta vida del joven pregonero. "Carlos Javier representa la sabia nueva de la saga de aficionados que vienen empujando fuerte", comentó Bustos.

     El Vicepresidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez, quien presidía el acto junto a los miembros de 'Los 13', hizo entrega al pregonero de un pisacorbatas con el escudo de la asociación cultural. La tertulia le homenajeó con una placa conmemorativa recibida de las manos de su presidente, Juan Carlos Torres Raynoud.

     De las líneas del pregonero salieron palabras de agradecimiento hacia los miembros de la tertulia por haberle elegido para pregonar la llegada de la temporada taurina a Sevilla y por contribuir al mantenimiento y fomento de la afición por los toros. "Los 13 reflejan la cara viva de los taurinos", dijo en su alocución. También quiso hacer un guiño a la asociación ateneísta, destacando "el Ateneo de Sevilla como lugar de encuentro entre los taurinos".

     Recordó


El pregonero, junto a representantes de la Tertulia "Los 13" y el Ateneo.
FOTO: Sevilla Taurina.

también a una persona muy querida por la sevillanía, sobre todo la cofrade y taurina: el padre Leonardo Castillo. Trejo Galván recordó cómo, en sus inicios de aficionado, pretendía aumentar el número de las tres o cuatro corridas que solía ver durante la Feria de Abril. "Sólo un milagro podría conseguirlo. Ese milagro se llamaba Leonardo Castillo, fallecido un Viernes Santo cuando su Cristo del Cachorro cruzaba el Puente de Triana". Contó, distendidamente, la anécdota de cómo en plena tarde de toros, con los reventas haciendo negocios en la calle Circo, el padre Leonardo llegaba a la plaza y saludaba al portero, mientras algunos chiquillos se arremolinaban junto a él… "Y todos pa'dentro, para luego competir por un sitio en la grada desde donde ver la corrida". Entre esos jóvenes se encontraban aficionados sevillanos -hoy toreros profesionales-, como Salvador Cortés o Morante de la Puebla.

     Volvió a sus orígenes de la infancia y confesó que sería pronto cuando se viera preso por ese 'veneno bendito' que su familia le inyectó por el amor a la Tauromaquia. En esos momentos, sólo pensaba salir de su pueblo y pisar la Maestraza, "madre y maestra, como diría Filiberto Mira, uno de mis antecesores en este pregón". Soñaba con una Sevilla que en abril se vestía con sus mejores galas para recibir a los toreros que, por aquel entonces, ocupaban lo más alto del escalafón: Litri, Manzanares, El Cordobés, Curro, Joselito, Ponce… Narró que ese momento llegó una tarde de abono de la Feria del 93. "Toreaban Espartaco, Manzanares y César Rincón, una gran cartel. En ese momento -confesó-, me enamoré de lugares aledaños a la plaza donde se reunían las tertulias para comentar el desarrollo del festejo".

     Pero su gran pasión… Morante de la Puebla. Fueron las palabras más bonitas que pronunció durante su pregón. "La tarde en la que lo conocí toreando cortó dos orejas, con un run-run a triunfo importante. ¡Qué arte! Verónicas, naturales que rozaban la perfección, pases de pecho, chicuelinas… La faena de mi vida. Sería entonces cuando el veneno que un día me inyectaron llegaría a mi ser".

     Otro de las frases relevantes que Carlos Javier Trejo dedicó desde el atril fue cuando defendió la inclusión de la Tauromaquia dentro de las Bellas Artes. "Es un discurso pactado entre el torero y el toro, sin orden. Solo las leyes de naturaleza actúan en ese encuentro. Y sí. Es una de las Bellas Artes. ¿No han hecho a Curro Romero académico de las Bellas Artes?".

     Trejo acabó su pregón augurando desde el optimismo el futuro de la Fiesta Nacional: "Siempre que se viva con pasión, no habrá problema".

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