El ganadero sevillano, muy ilusionado con el utrero al que se le perdonó la vida este pasado domingo en la plaza sevillana de Cantillana. El astado es hijo de un semental de Núñez del Cuvillo. Ha sido trasladado a la finca para ser tratado de las heridas de la lidia por un veterinario. Es la primera vez que esta ganadería, creada en 1993, tiene el privilegiado premio del indulto a un toro.
Francisco Mateos.- El ganadero sevillano José María Garzón, representante de la divisa de Hermanos Garzón, mostraba su evidente alegría por el indulto concedido en la novillada matinal de Cantillana este pasado domingo. Además, es la primera vez que se indulta un astado de esta ganadería, "porque hasta ahora habíamos logrado que uno de nuestros toros lograra el premio de hasta dos vueltas al ruedo en el arrastre, pero nunca un indulto", comenta José María Garzón. El novillo, que fue lidiado por el novillero jiennense El Sombrerero en la plaza sevillana de Cantillana, tiene marcado el número 39 en el costillar, negro, de nombre 'Sosegado' y nacido el 15 de marzo de 2005, es decir, tres años recién cumplidos. Es hijo de una vaca de la casa y de un semental de la ganaderia de Núñez del Cuvillo, marcado con el número 105, 'Ladrón' de nombre. Además de este novillo indultado, cuarto de la mañana, el quinto también dio un juego extraordinario y fue premiado con la vuelta al ruedo. El ganadero valora el juego de sus novillos en esta plaza sevillana. "La novillada ha salido muy buena, y los novilleros son punteros del escalafón, y eso se nota en el oficio que tienen. Seguramente estos utreros, en otras manos, no hubieran lucido tanto como con estos toreros. El primero y el segundo me han gustado porque tenían clase pero es cierto que estaban justos de fuerzas. El tercero ha sido bravo. El cuarto, el del indulto, excelente, y también el quinto, el de la vuelta al ruedo. El último ha bajado nota, manseando, aunque de juego interesante". Sobre el novillo indultado, José María Garzón destacaba que "todo lo ha hecho por abajo, humillando mucho. Ha tenido recorrido y mucha duración. Llegó al final de la faena con la boca abierta. También el novillero ha sabido entregarse tanto como el utrero y eso ha sido muy importante". Tras concederse el indulto, el novillo fue conducido a punta de capote hacia los corrales de la plaza. El propio ganadero, desde la parte alta del corral, refrescó con una manguera al novillo, que acusaba el esfuerzo de la lidia. No obstante, permanecía con vitalidad; no sufrió un castigo excesivo en varas. Nada más finalizar la novillada, se introdujo al novillo en el camión de transporte de ganado y se le trasladó a la finca para que un veterinario le tratara las heridas y valorara su estado. "El novillo creo que no tendrá problemas para seguir adelante -comenta el ganadero-. La verdad es que nos hace mucha ilusión este indulto, porque somos unos ganaderos jóvenes, desde el año 1993. Productos tan buenos como este animal nos viene perfectamente para probarlo con las vacas". NOTICIA RELACIONADA:
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