Durante el lunes, siete trabajadores han comenzado a levantar las infraestructuras necesarias que sirvan de soporte y paramento de los distintos paneles gráficos. Destacan cuatro lonetas montadas sobre trusts galvanizados de 15 metros cuadrados cada una, con imágenes gráficas de «Su tauromaquia» y «Los gestos». También han quedado instaladas las 14 vitrinas, a la espera de exponer sus objetos personales.
Redacción.- La exposición 'Curro Romero, 50 años de toreo' comienza a tomar forma. Durante la jornada del lunes, un equipo de siete operarios han trabajado para levantar los soportes y paramentos que sirvan de base a los paneles gráficos y objetos a exponerse. Se ha comenzado el montaje de cuatro lonetas de 15 metros cuadrados cada una, montadas sobre trusts galvanizados con imágenes de gran tamaño sobre 'Su tauromaquia' y 'Los gestos'. También han quedado ubicadas las 14 vitrinas que contendrán los objetos del torero que proceden desde distintos puntos de origen, aunque principalmente son del domicilio particular del Faraón de Camas. Entre los objetos, una saya de la Virgen de los Desamparados de Utrera, realizada a partir de un vestido verde y oro del maestro, y que será montada personalmente por el vestidor de la Virgen utrerana.
TEXTO DE INTRODUCCIÓN DEL CATÁLOGO OFICIAL DE LA EXPOSICIÓN Y DÍPTICO DE INFORMACIÓN: El maestro, desertor de aglomeraciones, homenajes, actos públicos y reconocimientos, ha entendido finalmente que el toreo necesitaba volver a ver de cerca sus vestidos, sus mejores fotografías, sus gestos más característicos, sus trofeos, sus zapatillas, y por supuesto,… su capote y su muleta. Un solo elemento fundamental no se expone en esta inédita exposición sobre el Faraón de Camas: su ‘tarrito de las esencias’. De ese tarrito sigue siendo Curro fiel y celoso guardián, del toreo más puro y natural, del más personal y misterioso de la segunda mitad del siglo XX. En la exposición 'Curro Romero, 50 años de toreo' no se pretende ofrecerlo todo, porque jamás Curro lo dio todo en una única tarde. Supo dosificar su 'tarrito de las esencias'. La exposición quiere asemejarse a sus faenas: breves, llena de pinceladas y muy intensas. Se repasan sus 47 temporadas, un caso único en la Historia del Toreo. Como complemento de esa biografía, unas estadísticas para demostrar que Curro no es de estadísticas. Los números nunca cuadran en un torero que es puro sentimiento y pureza. Ni esas 5 Puertas del Príncipe ni las 7 de Madrid, porque la pasión desatada de los aficionados lo hicieron salir a hombros con sólo una oreja, y otras veces que tenía las orejas cortadas prefirió marcharse a pie por la puerta de cuadrillas que la gloria de una salida a hombros. Un torero singular, sin duda. Como singular fue que en el año 66 se viera obligado a dar una vuelta al ruedo tras un histórico quite con el capote, aun con el toro en la plaza. Curro quiere que esta exposición se convierta en un homenaje a los 'curristas', a la legión de partidarios que siempre le fue fiel, transmitiendo esa sevillana religión que es el  ;currismo' de padres a hijos, porque hasta tres generaciones han visto torear a Curro. Y es que Curro es un mito por obligación, que no por devoción". Francisco Mateos NOTICIAS RELACIONADAS:
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