El joven novillero del Aljarafe sevillano se encerró en la plaza de su pueblo con dos toros de la ganadería de Carlos Núñez. Uno de ellos se lesionó nada más salir pero el otro le dejó estar a gusto y ofrecer muestras de su toreo de clase. Su ilusión y objetivo es hacerse matador de toros en 2008, y como plaza prefiere que sea en la Real Maestranza.
Francisco Mateos.- El novillero sevillano Agustín de Espartinas no se toma ni un solo respiro en su preparación. Agustín, consciente de que la temporada 2008 será crucial en su carrera taurina porque, en principio, será el año de su alternativa, no deja escapar una sola oportunidad de poder mejorar su toreo. Así, además de los entrenamientos físicos y el toreo de salón, siempre bajo la atenta mirada de su apoderado, el sevillano Hipólito, el torero del Aljarafe sevillano ha comenzado a intensificar su preparación práctica en el campo. Agustín está realizando varios centenares de kilómetros para asistir a muchos tentaderos. El jueves estuvo en Ciudad Real, en la finca de Laurentino Carrascosa, en un tentadero. El día anterior, el pasado miércoles, coincidiendo con el acuerdo alcanzado con el industrial mallorquín Ginés de María Fernández, que reforzará el equipo de apoderamiento, Agustín se encerró en la plaza de toros de Espartinas a puerta cerrada para lidiar y estoquear dos astados. A pesar del frío reinante, en la grada no le faltó al torero el calor y apoyo de sus compañeros de la Escuela de Tauromaquia de Espartinas, que encabezaba su director, Espartaco padre. Abajo, en el callejón, Hipólito, su apoderado, le explicaba cómo eran los dos toros de la ganadería de Carlos Núñez que estaban preparados en los chiqueros. Tuvo mala suerte con uno de ellos, que se pegó nada más salir un tremendo golpe contra un burladero y quedó descoordinado, Agustín poco pudo hacer con él. El otro toro de Carlos Núñez, aunque mansurrón, sí le dejó estar a gusto en una faena vibrante y con momentos llenos de gusto. El novillero, a pesar de su juventud, evidenció que tiene la técnica bien aprendida. Además, con la espada entró tan recto que salió rebotado del embroque, con el toro poniéndole en el pecho los pitones. Tras la faena campera, Agustín conversaba con sevillataurina.es. "Me he encontrado muy bien con ese toro, muy suelto, muy relajado. La verdad es que torear sin público y torear con público es muy distinto, aunque lo hagas como en este caso en una plaza. La gente te da más emoción en la faena pero también más responsabilidad y presión". Sobre la alternativa, Agustín no duda en establecer sus preferencias: "Me encantaría que fuera en Sevilla, que es donde todos los chavales soñamos con hacernos matador. Sé que es complicado,. pero no renunciamos a poder tener opciones. Si no puede ser en la Maestranza, la opción de Madrid, en la que he cortado este año una oreja y he dejado buen ambiente, sería muy bonita". NOTICIA RELACIONADA:
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