Los médicos le han retirado hoy el drenaje, pero los puntos de la cornada están aún frescos y no se retirarán, al menos, hasta el martes. El novillero de Écija se ha probado con ejercicios bruscos y la pierna no le responde aún adecuadamente y no ha tenido más remedio que aceptar la realidad.
Francisco Mateos.- El novillero sevillano Miguel Ángel Delgado no podrá reaparecer mañana viernes en la plaza de toros de Ciudad Real, tal y como deseaba. Miguel Ángel ha pasado hoy por la consulta del doctor Domingo Jiménez, en la capital sevillana, y se le ha retirado el drenaje de la cornada sufrida el pasado sábado en la plaza de El Castillo de las Guardas (Sevilla). En cambio, los puntos están aún demasiado frescos y se corre el riesgo de que se abra la herida y se produzca un retroceso en la recuperación. Los médicos le han desaconsejado torear mañana en Ciudad Real. No obstante, Delgado no estaba del todo conforme y se ha ejercitado con ejercicios bruscos en la pierna y ha comprobado que efectivamente la pierna no le responde adecuadamente, por lo que no ha tenido más remedio que aceptar que no podrá torear mañana en la novillada de la Feria de Ciudad Real. Estaba anunciado en la capital manchega con novillos de Saboya junto a Yiyo y Miguel Tendero. La próxima novillada de Miguel Ángel Delgado es el sábado de la próxima semana en Checa, con lo que tiene un plazo suficiente para reaparecer con muchas más garantías. Además, el torero hará su presentación con picadores en la Maestranza el 23 de septiembre, y no quiere que una deficiente recuperación de la cornada pueda acarrear problemas para esa fecha tan importante. Miguel Ángel Delgado fue corneado el sábado en las postrimerías de la faena de su primer astado de Peñajara (segundo de la tarde). El torero de Écija habia cuajado una muy buena faena y se estaba gustando en los doblones por bajo junto a las tablas, muy estéticos, preparando al novillo para la suerte de matar. En uno de ellos, el astado de Peñajara se le venció y le metió el pitón a la altura de la rodilla izquierda por la parte interior, volteándolo de mala forma y ensañándose con él en el suelo. De inmediato se vio que tenía cornada el torero, que sin embargo permaneció en el ruedo con un torniquete y a duras penas logró una estocada. Aunque se lo llevaron para la enfermería cuando el toro ya caía, el público le premió con las dos orejas y rabo que no pudo pasear. Se trata del bautismo de sangre del joven novillero de Écija, que tan sólo cuenta con 17 años cumplidos en junio pasado. Fue operado en la enfermeria de la plaza de toros de El Castillo de las Guardas por el equipo del doctor Domingo Jiménez, presentando una "herida por asta de toro en la cara interna de la unión del tercio medio con el superior de la pierna izquierda, con dos trayectorias: una ascendente de 10 centímetros y otra posterior de 8 centímetros, que diseca panículo adiposo, safena interna y dislacera aponerosis superficial. Se procede a la sutura de la herida dejando drenaje. Pronóstico: menos grave". NOTICIAS RELACIONADAS:
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