El torero de Aznalcóllar regresa a la plaza de toros de Madrid en busca del necesario triunfo que relance su carrera. LLeva más de 15 paseíllos en Las Ventas y, aunque sólo ha cortado una oreja, su excelente toreo hace que los aficionados siempre le esperen con gran expectación.
Francisco Mateos.- De nuevo Madrid como salvación. De nuevo Las Ventas para reivindicarse en pleno apogeo de la temporada. Luis de Pauloba, el exquisito torero de Aznalcóllar, regresa mañana domingo a la plaza de toros madrileña para hacer un nuevo paseíllo, y ya van más de 15 entre matador de toros y novillero. En todo este tiempo, Pauloba sólo ha cortado una oreja, el 3 de octubre de 1993, el año de su confirmación de alternativa, y sin embargo se le sigue esperando en la capital de España como el primer día. Su toreo exquisito, auténtico, de una calidad indudable ha quedado grabado en la memoria de los aficionados madrileños que siguen esperándole temporada tras temporada. Luis de Pauloba vela armas ante su nuevo compromiso madrileño. "Por muchos paseíllos que se hagan en esta plaza, siempre parece la primera vez. Es una plaza que impone mucho, y aunque uno ya va ganando con los años y la experiencia en el temple necesario para aplacar el nerviosismo, la intranquilidad siempre está ahí", comenta Pauloba mientras sigue su rutina de entrenamientos en su pueblo de Aznalcóllar. En esta ocasión, Luis vestirá de tabaco y oro, un vestido que ya se ha puesto en otras ocasiones en esta plaza. Parece con talante distinto de cara a este nuevo paseíllo mañana domingo en Las Ventas, muy convencido de que será un dia distinto a los demás. "Sé que va a pasar algo en Madrid, estoy convencido. Tengo ese fuerte presentimiento de que va a ocurrir algo", se repite una y otra vez. La espada ha sido el tremendo lastre de Pauloba en toda su trayectoria, tanto de novillero como de matador tras su alternativa en la Maestranza. Ha sabido sobreponerse a adversidades durísimas, como la terrible cornada en la boca el Domingo de Resurrección en Cuenca y que le dejó sin visión de un ojo, pero no ha podido superar el desacierto con la espada. "Llevo una buena racha. Este año es distinto. Los estoy matando en los festejos que llevo toreados esta temporada. Estoy entrenándome para la suerte de matar junto a Antonio Ruiz 'Espartaco' y la cosa funciona. Lo veo mas claro que nunca". La última vez que toreó en Las Ventas fue el año pasado, el 15 de octubre. Estuvo bien con el capote pero los toros de Prieto de la Cal no dieron posibilidades. Fue el padrino de la confirmación de alternativa de Iker Javier Lara, una tarde en la que el manchego Aníbal Ruiz cortó la única oreja. La suerte está echada. Pauloba ante su propio reto de revelarse ante su destino. Mañana domingo, en Las Ventas, paseíllo con toros de Hernández Pla y de nuevo será padrino de una confirmación de alternativa, la de Jesús de Almería, en presencia de Alfonso Romero.
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