AL NATURAL

Si hasta un Rey es capaz de decir «me he equivocado»

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El entonces alcalde Ricardo Sánchez, fotografiado hace un año en Manchester, cuando decidió suspender un pleno en Mairena del Alcor para viajar a un partido europeo del Sevilla. (FOTO: eldiario.es)

«…El huidizo Ricardo Sánchez sólo ha intentado poner trabas a este portal, dificultando y retrasando todo cuanto podía la investigación de SEVILLA TAURINA. Una actitud en clara connivencia con el presidente Figueroa y su equipo para ocultar lo que nunca debió suceder. Andalucía no necesita representantes sin credibilidad…»

Francisco Mateos.-

     Un acta debe recoger fielmente la realidad de lo que sucede, cómo sucede y cuándo sucede. Todos hemos realizado alguna vez un acta; aunque sea de la reunión de Comunidad de vecinos. A ninguno se nos ocurriría poner que en el acta un día distinto al que realmente sucedió; salvo un error. Menos aún a funcionarios públicos. A la Junta de Andalucía sí se le ha ocurrido falsear unas actas taurinas de la Maestranza. Con tal de encubrir de mala forma la admisión de un novillo a reconocimiento como toro, el presidente Fernando Fernández Figueroa, su delegado y sus tres veterinarios han diligenciado sendos Actas de desembarque del martes 30 de abril y 1 de mayo describiendo un desembarque de reses que no fue el real. Todo para tapar las vergüenzas de admitir a reconocimiento un novillo, algo ilegal.

     La gravedad de las falsedades contenidas en las Actas de desembarque que hoy publica SEVILLA TAURINA es una primera parte. También ofreceremos las Actas de reconocimiento, que ahonda en las mismas falsedades; además con muy mala fe, como se irá explicando en próximos días. Y todo para enmascarar el desembarque y reconocimiento de un astado sin edad que, como en estas mismas páginas comentaban José Antonio Soriano o Juan Murillo, «nunca se debió desembarcar y reconocer en la Maestranza; ni el martes, ni el miércoles», «¿Merece la pena salvarse a cualquier precio?». No había cobertura legal para reconocer al tal famoso ‘Pocajambre’ ni el martes 30, ni el miércoles 1.

     No quisiera yo que el policía autonómico que ha puesto lo que no fue en esas Actas oficiales me parara con mi vehículo; podría inventarse seis o siete multas aunque mi coche estuviera perfecto: diligenciaría un acta de multa que no describiría la realidad. Estas cosas no se pueden hacer. Esto es muy serio. Porque una cosa es un error -humano o administrativo- y otra muy distinta falsear la realidad; y además, con intencionalidad de falsearla para enmascarar al citado novillo.

     Desde hace cuatro semanas SEVILLA TAURINA ha venido aportando datos y pruebas sobradas de la gravísima falsedad documental, sin que el presidente, su delegado o sus veterinarios hayan tenido el valor de levantar la mano -como el ahora Rey retirado- y entonar el ‘mea culpa’; «me he equivocado». Y no sólo con ello, se han vuelto a subir al palco, y a realizar actas de desembarques y reconocimientos. ¿Con qué credibilidad?

     Y todo ello porque el ínclito delegado de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez, el que tiene todo el tiempo del mundo para los ‘saraos’ y fiestas taurinas, o pasearse por las escuelas taurinas buscando la foto fácil, o asistir a comilonas de jurados y premios, no lo ha tenido en todo un mes para sentarse con SEVILLA TAURINA y analizar lo sucedido. Muy al contrario, tal ha sido su soberbia que ha mantenido una actitud contraria a la prometida por el PP al llegar a la Junta: transparencia y puertas abiertas. El mismo Ricardo Sánchez del que informan que hace un año, siendo alcalde de Mairena del Alcor, suspendió un Pleno del Ayuntamiento… para irse a ver un partido europeo del Sevilla de sus amores a Manchester (VER). Así parece que es el fenómeno de Ricardo; de pura cepa.

     El huidizo Ricardo Sánchez sólo ha intentado poner trabas y ocultismo a este portal, dificultando y retrasando todo cuanto podía la investigación de SEVILLA TAURINA, ocultando las actas día tras día, y sin ser capaz de sentarse ni una vez con este portal, negando el diálogo, sin abrir una investigación interna. Esperaría que nos cansaría… Una actitud, en definitiva, en clara connivencia con el presidente Figueroa y su equipo para ocultar lo que nunca debió suceder, y que convierte en cómplice a un delegado de la Junta al que sólo por consentir estas falsedades en documentos oficiales de la administración andaluza durante semanas debería ser motivo más que suficiente, por dignidad, para presentar hoy mismo su dimisión al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Andalucía no necesita, ni mucho menos, representantes sin credibilidad.


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