REAL MAESTRANZA - 3ª Feria de Abril

El Juli, a hombros por la Puerta del Príncipe

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El Juli consigue su sexta Puerta del Príncipe.

El diestro madrileño El Juli logra su sexta Puerta del Príncipe tras una gran lección de torería y técnica, cortando una oreja discutida a su primero y las dos orejas al buen quinto toro, premiado excesivamente con la vuelta al ruedo. Morante de la Puebla sublimó el toreo a la verónica. Miguel Ángel Perera sólo escuchó algunas palmas.


SEVILLA / Corrida de toros

TOROS: Se han lidiado toros de la ganadería de Garcigrande, bien presentados y nobles. Mejores el bravo quinto y el encastado sexto. Le faltó fondo al primero; soso segundo y cuarto: muy noble el tercero.
ESPADAS:Morante de la Puebla (de verde y oro), saludos y silencio.
Julián López ‘El Juli’ (de verde botella y plata), oreja con protestas y dos orejas.
Miguel Ángel Perera (de blanco y plata), palmas y silencio.
CUADRILLAS: Saludaron en banderillas Javier Ambel y Curro Javier.
INCIDENCIAS: Plaza llena. El Juli salió a hombros por la Puerta del Príncipe.


Manuel Viera.-

     Hace tiempo que destapó la esencia del toreo. El sensitivo embrujo de esos lances a la verónica que se mueven a compás del sentimiento. Sensaciones únicas para el que lo goza. Son en realidad latidos, suspiros, ecos de un arte que eleva lo efímero a la emoción de lo sublime. La oportunidad de hacerlo se lo ha proporcionado a Morante de la Puebla la embestida templada y pastueña del primer toro de Garcigrande. Una embestida transfigurada por el capote de un genio en armónico compás parado el tiempo. Susurros de seda sobre la dorada tierra de albero. Una rozadura amorosa que se percibía en los sentidos. Desde el tercio hasta los medios. Así, tan de verdad y tan efímero. Cuatro, cinco, seis… No sé, me parecieron infinitas. Mereció la pena sumirse en ese encantamiento. Tal vez lo más emotivo de una tarde en la que El Juli volvió a salir a hombros de ‘costaleros’ por la Puerta del Príncipe.

     Pero Morante no encontró su toro cuando pareció que lo tenía tras el embaucador toreo de capote. Sólo el detalle genuflexo en el prólogo de faena y algún que otro trazo diestro combinado con la naturalidad del toreo de izquierda destacaron en una lidia que se quedó sin puntuar. Como tampoco puntuó la lidia del soso y flojo cuarto. Aprovechó las primeras acometidas para torear sin molestar, para dibujar más que colorear. Intentos, sólo intentos. Y a esperar.

     Sin embargo, la obra de El Juli al noble y bravo quinto fue de una calidad extraordinaria. Con un grado de definición realmente asombroso. Ello permitió apreciar en todo su esplendor la capacidad técnica del diestro madrileño. Con su toreo al natural, de mano baja e incisivo, logró la emoción de una gente entregada. La excelencia de los lentísimos circulares, y cambios de mano, hizo aún más evidente la importancia de la lidia. La faena fue de una insólita perfección técnica. Es más, dudo que otros consiguieran de ese toro, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, lo que de él consiguió Julián. Tras el torerísimo epílogo, la estocada puso rúbrica a la obra que justificaba el triunfo, pero no la salida por la ansiada Puerta. A todas luces excesiva.

     Sí, porque la lidia al noble y soso segundo fue de discontinua perfección. El inicio de muletazos diestros con las zapatillas ancladas en la arena define los momentos de mayor grado de calidad. Pero dentro de lo bueno hecho, y dicho, por El Juli, la faena se fue diluyendo por falta de emoción, estando muy lejos de la seducción. Para colmo, pinchó ante de hundir la espada. La oreja que el palco concedió ni El Juli se la creyó.

     Perera anduvo dispuesto a añadir una buena dosis de temple al toreo diestro intacto, a veces, en su esencia. Incluso ligó los muletazos aprovechando la continua y noble embestida del tercero. Una buena versión con la derecha que no tuvo continuidad con la izquierda. Todo acabaría anodino y sin embrujo.

     Con el encastado sexto prologó con su habitual pase cambiado por la espalda, y se quedó quieto hasta hilvanar media docena de pases que de inmediato tuvieron respuesta en el tendido. Arrastró la tela con la diestra para conseguir momentos emotivos. Pero ahí quedó lo hecho. No hubo más y cualquier atisbo de gozo se esfumó.


AL NATURAL

El tío de la tómbola

Francisco Mateos.-

     Ni un ápice que objetar a la incontestable tarde de toros que ha dado El Juli. Figura, rico, con cinco Puertas del Príncipe en su esportón… y salir a la plaza de Sevilla con la actitud que ha salido. Más o menos exquisito, pero con el poso de la madurez del buen toreo, un torero de pies a cabeza; al margen de las presiones alrededor de sus corridas y con ‘sus’ toros. No se le puede negar que hoy lo ha hecho todo; y lo ha hecho bien, muy bien. Ha levantado a la gente de sus asientos, y eso no es cualquier cosa. Su primer toro le dejó por el derecho pero no por el izquierdo. Faena de mérito, pero no más allá de una vuelta al ruedo; más aún tras matar de un pinchazo. Pero el ya famoso presidente ‘taurino’ -Luque Teruel- vuelve a bajar aún más su listón y concede una oreja que ha sido fuertemente protestada en la Maestranza. Eran de esas vueltas al ruedo a ley, de las importantes de verdad. Ahora, además, el propio Juli será objeto de las críticas, cuando él no ha hecho más que lo que tenía que hacer: darlo todo. El único responsable es el que ha admitido una corrida muy justa de presentación, con varios toros ‘anovillados’, sin presencia para una Feria de Abril y que se ha desmadrado en la concesión de esa oreja.

El presidente José Luque Teruel lanza la llave de los toriles a los alguacilillos para que la entreguen al torilero.
El presidente José Luque Teruel lanza la llave de los toriles a los alguacilillos para que la entreguen al torilero.

     Lógicamente, si por ese trasteo -bueno- con pinchazo y estocada concedió una oreja, en la rotunda faena del quinto -con estocada- no le quedó más remedio que ser consecuente con el bajísimo listón de exigencias de esa primera oreja, y conceder al Juli las dos orejas que le abrían de par en par su sexta Puerta del Príncipe. Y en el disloque del desmadre tombolero presidencial también quiso el presidente dejar con regalo a la ganadería de Garcigrande -‘Garcichico’ o ‘Casigrande’, en la guasa sevillana-, regalando una vuelta al ruedo a todas luces desmedida. El toro salió suelto de los lances de capote, apenas fue picado y en la faena cabeceaba por el pitón derecho hasta que la enorme técnica de El Juli lo metió en la canasta también por ese pitón para que embistiera ‘de dulce’. En definitiva, un toro noble de muchos que salen, y que en las manos de El Juli pareció mucho mejor, pero que no llegaba en absoluto al premio de vuelta al ruedo en Sevilla. Veremos cuántos premios se lleva ese toro de ‘vuelta al ruedo’, con la cantidad de Feria que queda por delante; acordándome estoy del quinto toro de Torrestrella de ayer…

     El tombolero presidente creo que trabaja en los Juzgados. Ya sabe: si tiene un pleito pida a su abogado que lo tramite en el Juzgado de José Luque Teruel; lo mismo se lleva un buen regalo sin esperarlo.


GALERÍA GRÁFICA (Pagés)


OTRAS IMÁGENES (Pagés)


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