Los novilleros David de Miranda, Juan de Castilla y Juanito han sido ovacionados esta tarde en la Maestranza, más por la voluntad y actitud que por los logros artísticos conseguidos. Se han lidiado complicados novillos de los Herederos del Conde de la Maza, con los que hacía falta apostar a jugársela.
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Manuel Viera.-
Sin duda posee un precioso concepto. Una satisfactoria técnica y un incuestionable encanto a la hora de decir el toreo; sin embargo, fue incapaz de hacerlo cuando las complicaciones de la casta se muestran en embestidas inciertas. David de Miranda le dio multitud de pases al repetidor primero sin que ninguno de ellos mandara la difícil embestida del utrero del Conde de la Maza. De igual manera le costó un mundo poderle al natural. Dio pases, muchos, pero muy pocos de calidad. Al trazar un doble de pecho fue cogido y volteado de muy mala manera sin consecuencias aparentes, Volvió a intentarlo con ambas manos sin conseguir el objetivo. Pinchó antes de meter la espada y le ovacionaron su actitud.
Más convincente resultó su intento con el cuarto lidiado como sobrero, un manso, complicado también, sin calidad en sus embestidas, pero que transmitía la emoción del peligro. Había que apostar y David lo hizo a medias en una faena difícil donde le echó valor y enormes ganas de agradar, aunque no acabó de dominar el descompuesto cabeceo del novillo condeso. Mató mal, le volvieron a ovacionar y todos nos quedamos con ganas de más.
El toreo de hoy, sabido es, requiere una embestida noble y pastueña. Un ir y venir sin molestar. Pero si la acometida muestra peligro y dificultad, demostrar cualidades y calidades se hace casi imposible. Sucedió con el encierro de los Herederos del Conde de la Maza. Una novillada desigual de hechuras, variada de pelaje, de astifinos pitones, con las complicaciones de la casta unos, y mansos y flojos otros. Novillos para apostar, para jugársela durante la lidia aunque el toreo deseado se haga difícil de mostrar.
El debutante Juan de Castilla tuvo en el quinto un animal sin clase y complicado que, además, casi no se le picó. Todo hacía pensar que el valiente colombiano acabaría dominando la dificultad de las acometidas. Muy cerca estuvo de conseguirlo en una faena en la que fue empitonado al trazar un pase de pecho y en la que destacaron varios circulares, citando de espalda, y un arrimón final muy quieto y aguantando las últimas tarascadas. Pinchó y todo quedó en una ovación.
Sin embargo, al encastadito, aunque flojo, segundo le ejecutó un trasteo de escaso acople en el que alternó naturales con mando con derechazos acompañando la embestida. Le echó voluntad y poco más. Mató muy mal.
La belleza del pase del natural y la calidad de los cambios de mano hicieron de la faena al sexto lo mejor de la interminable tarde. Juan Silva ‘Juanito’ supo aprovechar con la zurda las nobles y buenas embestidas del ensabanado sexto. Toreó con ritmo a la verónica, replicó al quinte de Miranda y gustó con la muleta. Fue cuestión de tiempo para que el debutante portugués acabase haciéndose con la calidad del pitón izquierdo del buen utrero. Naturales cadenciosos con los que terminó de exprimir la bondad de la embestida. No mató bien y se le esfumó, quizá, la oreja deseada. Con el descastado e inválido tercero quedó inédito.
AL NATURAL |
Ere taurino
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Francisco Mateos.- Otra tarde igual… Esa tristeza de la menos de media placita. Ese calor insoportable en los duros y recalentados (parecen refractarios) ladrillos maestrantes. Otra vez la lentitud del espectáculo, larguísimo y aburrido en la gran mayoría de la tarde. Otra vez algún novillo que debió ir para corrales pero que la presidencia se pone más del lado (se supone) del empresario que de los derechos de los escasos aficionados. Otra tarde con algún novillo con posibilidades que se va con las orejas para dentro… Y parece que para cortar por lo sano, ahí va la empresa innovadora y decide decretar un ‘ere taurino’ sin llegar al ecuador de junio,. Nos da vacaciones anticipadas y obligatorias hasta finales de septiembre. Y es que esta tarde, con la excepción (se supone) de las novilladas de promoción nocturnas de los jueves de julio, la empresa impone el cierre patronal de la Maestranza. No habrá más novilladas ni corridas hasta (casi con total seguridad) los festejos de San Miguel a finales de septiembre. Y aquí paz y después gloria. La otrora plaza de temporada ya no llega ni a final de mes de junio: la segunda quincena de junio ya de vacaciones. Y julio sólo con las becerradas. Y agosto y su festividad de la patrona, cosas del pasado. Y septiembre languidece agónica, salvada in extremis porque San Miguel todavía tiene el escudo protector del abono. Y octubre… ya veremos el Día de la Hispanidad, el día 12, que un año de estos está al caer… al caer a la tumba, claro. Pues nada, que esta empresa que nos decreta el ere taurino de tres meses es la empresa imaginativa y emprendedora que va a motivar y revitalizar la Fiesta en Sevilla. ¡Ere, ere! Digo, ¡ele, ele!!! |
GALERÍA GRÁFICA (lamaestranza.es) |
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