El torero Alejandro Talavante, uno de los cinco toreros hace un año anunció que no volvería a torear en la Maestranza mientras amón valencia y Eduardo canorea sigan siendo los empresarios de la plaza, afirma que «nada ha cambiado desde entonces», y exige a los empresarios un claro cambio de actitud para poder volver a torear en la plaza de toros de Sevilla.
Redacción.-
El diestro Alejandro Talavente ha concedido una entrevista a la Agencia EFE en la que ofrece su posición actual respecto al conflicto de la Maestranza. El torero extremeño fue uno de los cinco espadas (junto a Juli, Manzanares, Morante y Perera) que anunciaron de forma muy clara hace un año que no volverían a torear en la Maestranza mientras los empresarios sigan siendo Ramón Valencia y Eduardo Canorea. Un año después, los empresarios siguen siendo los mismos. La cuestión es si los toreros, como Talavante, serán capaces de cumplir lo que anunciaron.
Talavante ofrece posiciones ambiguas, lejos de su firmeza de hace un año. Aegura que ya no cree «en los intereses colectivos entre torero», en referencia precisamente a este G-5. «Nada ha variado desde que nos negamos a torear en Sevilla, mientras esté al frente la empresa Pagés o no cambie su actitud frente a los toreros. Pero a estas alturas -matiza- ya sólo creo en defender mi postura individualmente, porque a largo plazo no hay intereses colectivos entre los matadores. Y eso lo sabíamos todos».
Talavante advierte de que no se considera traicionado por sus compañeros, pero sí «dolido, porque, salvo Miguel Ángel Perera, ninguno se ha interesado por mi difícil situación de este año. No es que buscara su apoyo, pero sí esperaba que fueran conscientes de que mi caso era el peor». El diestro de Badajoz se refiere así a una temporada en la que no ha entrado en muchas de las grandes ferias, sin que las principales empresas le hayan contratado o hayan llegado a acuerdos con su nuevo apoderado, el torero retirado Curro Vázquez. «No sé si me han pasado factura por lo de Sevilla o por haber tomado el camino de la independencia, pero el caso es que mi temporada ha sido una guerra en los despachos», recalca Talavante.
Aun así, reconoce que «creer que se me estaba negando, incluso en la prensa, todo lo que me había ganado en la plaza me hacía sentir cierto vértigo, pero no frente al toro, donde lo único que me ha preocupado es estar a la altura de mi postura».
De cara al año que viene, y una vez que alguno de los otros cuatro toreros ya ha mostrado su predisposición a contratarse en Sevilla, Talavante se siente «esperanzado con que la empresa de la Maestranza tenga ilusión» por contratarle. «Pero que sea verdadera ilusión -insiste-. Porque no voy a ser yo quien dé el primer paso. La postura que tomé en su día me lo impide. Son ellos los que tienen que cambiar su actitud. Y lo digo ya a nivel personal. Es verdad que entre los cinco toreros existía un compromiso moral, más allá de papeles que, por mi parte, todavía están vigentes. Pero ahora, que cada uno haga lo que quiera. A mí también me gustaría estar en Sevillael año que viene, pero no de cualquier manera», remacha sobre este asunto.