«…Junto a obras de reconocido buen gusto, otras que más parecían sacadas de los pinceles de un antitaurino que creadas para el poder de convocatoria. La obra de este año tiene muchos ingredientes para favorecer la grandeza de ese espectáculo único que es la corrida de toros, pero esos tendidos vacíos… Deseamos que el cartel no sea premonitorio, que con la que está cayendo…»
Luis Carlos Peris.-
Asoma la linterna de la preciosa capilla maestrante como sobrevolando el tendido tres y ensombrece el amarillo albero la imagen de un toro armónico, con el trapío que gusta en Sevilla. Es la esencia del cartel de la temporada, la respuesta a esa convocatoria al arte que cada curso tiene a bien realizar la Maestranza de Caballería. Veinte años ya de que la temporada se anuncie bajo la firma de un reconocido artista y en los que la polémica ha acudido a la cita con más frecuencia de la deseada.
Junto a obras de reconocido buen gusto, otras que más parecían sacadas de los pinceles de un antitaurino que creadas para el poder de convocatoria. La obra de este año tiene muchos ingredientes para favorecer la grandeza de ese espectáculo único que es la corrida de toros, pero esos tendidos vacíos… Deseamos que el cartel no sea premonitorio, que con la que está cayendo…
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