El valenciano Enrique Ponce no termina de aceptar encabezar el cartel del Domingo de Resurrección. Habría dado el consentimiento a una corrida en farolillos, pero es reticente a aceptar el ofrecimiento de la empresa de torear el Domingo de Resurrección en un cartel sin el habitual brillo y que la plaza no registre un lleno.
Francisco Mateos.-
La empresa de Sevilla trabaja con lo que puede para poder armar una temporada sevillana que marcará un antes y un después en el brillo de sus carteles, tras la decisión de los principales toreros del escalafón de no torear más en a Maestranza mientras sus empresarios sigan siendo Eduardo Canorea y Ramón Valencia «por faltales el respeto a los toreros». Ante el inquietante silencio y falta de información de los maestrantes, y una vez que los empresarios han asumido que no podrán contar este año con El Juli, Morante, Manzanares, Talavante y Perera, además de la ausencia previsible de José Tomás un año más, lo que desarma y revienta por completo cualquier abono, y más aún si es el de Sevilla, acostumbrado a la calidad de los carteles, la pareja de empresarios intentan recomponer de alguna forma el hundido Domingo de Resurrección sevillano.
La empresa le ha ofrecido a Enrique Ponce esta emblemática fecha, abriendo un cartel en el que estaría Manuel Jesús ‘El Cid’ y un tercer espada que podría salir de los nombres de Iván Fandiño, Antonio Nazaré o Manuel Escribano. Sin duda, un cartel ‘atípico’ para el Domingo de Resurrección, sin el brillo habitual, y más aún cuando en la vecina provincia de Málaga se anunciará un cartel que sí es de los ‘de Sevilla’, donde suenan los nombres de Manzanares, Morante, El Juli o incluso el mismo José Tomás.
La ausencia de ese brillo contundente del cartel del Domingo de Resurrección y la fuerte competencia que supondrá el cartelazo de Málaga -cuyo empresario es el sevillano Pepe Cutiño-, así como la pérdida de abonados en las últimas temporadas, están haciendo dudar al valenciano Enrique Ponce si aceptar o no la oferta de la empresa para abrir la temporada sevillana. Ponce, de vuelta al cabo de 25 años de matador de toros, no quiere arriesgarse a anunciarse en Sevilla con una plaza que roce sólo los tres cuartos de aforo. De ahí que el torero de Chiva esté resistiéndose a aceptar el Domingo de Resurrección. La empresa le ofrece esa corrida de toros inaugural y otra más dentro de farolillos. Ponce habría dado su consentimiento a la corrida ferial, pero no termina de aceptar el Domingo de Resurrección ante sus fundadas dudas a hacer el paseíllo en la fecha que hasta ahora era la más importante de la temporada sevillana con un aforo que sólo alcance los tres cuartos de plaza.