Tras el comunicado hecho público por las figuras de no torear en la Maestranza mientras estén al frente de ella Eduardo Canorea y Ramón Valencia, así como la eterna ausencia de José Tomás, provoca que todas las miradas se centren en la decisión que tomen los maestrantes, que deben informar de forma urgente sobre el mayor escándalo de las últimas décadas.
Francisco Mateos.-
La empresa Pagés mantiene silencio tras el comunicado hecho público por las cinco figuras del toreo (Morante, Juli, Manzanares, Talavante y Perera) en el que informan que no volverán a torear en la Maestranza mientras Canorea y Valencia sigan al frente de la plaza, «decisión que sólo pretende que esta plaza recupere su identidad y se respete a los toreros y a sus representantes». La web de la empresa de la Maestranza no informa nada al respecto, ni existe convocatoria de rueda de prensa de la pareja de empresarios.
El desconcierto entre los aficionados es absoluto. Las redes sociales de contenido taurino echan humo ante el escándalo más llamativo en las últimas décadas y que vuelve a poner a la Maestranza en una situación aún más delicada de la que ya estaba con la creciente pérdida de abonados y el fuerte recorte de su programación. Algunos opinan que finalmente las figuras no serán capaces de mantener su palabra y se echarán atrás, mientras otro sector piensa que los empresarios tendrán que pedir disculpas púlicas y tratar con mucho más respeto a los toreros. Otros ven seguro un cambio de empresa al frente de la plaza sevillana e incluso suenan nombres en las redes sociales como los del sevillano Pepe Cutiño o el francés Simón Casas.
Mientras tanto, lo que sí es real es que en esta ocasión tendrán que ser los maestrantes (que han permitido con su pasividad llegar a esta situación crítica, convirtiendo a su propia plaza en foco de uno de los mayores escándalos de las últimas décadas) los que pongan orden en el caos, y están obligados a informar a los aficionados sevillanos -como dueños y responsables de la Maestranza- sobre qué ocurrirá en la temporada 2014, y reafirmar a los empresarios actuales en la gestión de la plaza, o en cambio, rescindir el contrato con Pagés.
Algunas fuentes señalan que en el misterioso y desconocido contrato figura que «se contratarán a las mejores ganaderías y los mejores toreros», y por tanto, sin la concurrencia de las principales cinco figuras, más la sexta ausencia de José Tomás, sería más que suficiente para que fuera motivo de incumplimiento y por tanto rescisión objetiva del contrato, quedando el camino expedito para la llegada de una nueva empresa que ilusione verdaderamente a la sufrida afición sevillana.
Todas las miradas están puestas en esta ocasión en los maestrantes, que deberán informar lo antes posible sobre qué está sucediendo y cuál es su decisiva postura en el actual escándalo de la Maestranza.
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