Sevilla, bajo la gestión de Eduardo Canorea y Ramón Valencia, y con el consentimiento de los maestrantes, sigue perdiendo abonados y la confianza de los sevillanos. La empresa ha reconocido un nuevo fracaso de venta de abonos, que por quinto año consecutivo desciende. La agresiva estrategia de la empresa de dejar a la Maestranza sin televisión y recortar cinco corridas no han dado el resultado que esperaban.
Redacción.-
Los empresarios Eduardo Canorea y Ramón Valencia siguen sin lograr el objetivo de frenar el alarmante descenso del número abonados a la plaza de Sevilla. Los abonados -la clientela fija que es la que ofrece seguridad y continuidad de futuro- llevan desde el año 2009 abandonando y despoblando los tendidos de la plaza de toros de Sevilla. Cinco años consecutivos sin que la empresa haya tenido la imaginación o el plan estratégico adecuado para poder frenar este masivo abandono de la plaza por parte de la afición sevillana. Los maestrantes -dueños de la plaza y que mantienen alquilado el coso desde hace 80 años a la misma familia empresarial- guardan un inquietante silencio y aceptando los distintos recortes presentados por la empresa Pagés, a pesar que signifiquen romper tradiciones de las que eran, hasta ahora, celosos y orgullosos conservadores.
El propio empresarios Ramón Valencia ha confirmado lo que SEVILLA TAURINA ha venido informando semanas atrás (VER) a pesar de no disponer de los datos oficiales: que el abono de esta temporada 2013 ha sido un nuevo fracaso y no sólo no se ha logrado frenar ni incrementar, sino que ha seguido descendiendo. Según publica ABC-Sevilla, Ramón Valencia, que no ha querido ofrecer cifras reales, ha admitido que el abono «ha bajado con respecto al año pasado. Hay menos abonos que en la temporada 2012», si bien asegura que «hay gente que se ha ido y gente que ha vuelto por la Feria de Abril que hemos montado». Ha recordado que la bajada de los abonos se viene produciendo desde la temporada 2009, cinco años consecutivos.
Los empresarios adoptaron tres medidas esta temporada que, en su opinión, deberían dar como resultado frenar la pérdida de abonos (que ellos sólo achacan a la crisis económica, no a error alguno en su gestión):
- Reducción en cinco corridas de toros la Feria de Abril y, por tanto, abaratar el coste de los abonos en términos absolutos, aunque esta medida supone sacrificar la variedad de ganaderías de la preferia y las oportunidades para toreros emergentes y locales.
- Eliminar la televisión en la Maestranza, obligando así al aficionado a pasar por taquilla si quiere ver toros en la Maestranza, sacrificando de esta forma la proyección internacional que ofrece la plataforma televisiva (otras grandes plazas como Madrid, Valencia, Bilbao, Pamplona,… mantienen este año la televisión).
- Carteles más rematados con presencia de todas las figuras (salvo José Tomás), pese a que ello suponga agolpamiento de figuras y carteles repetitivos al tener un metraje más corto el ciclo abrileño.
Sin embargo, el nuevo revés que la afición sevillana ha ofrecido a los empresarios Eduardo Canorea y Ramón Valencia, descendiendo por quinto año consecutivo el sólido abono sevillano, supone un paso más en hacer casi insostenible la actual situación de la plaza, con una empresa que ha perdido la poca confianza que le restaba entre los sevillanos. A pesar de todo, los maestrantes parecen mirar hacia otro lado y mantienen la gestión empresarial a la misma empresa, que muestra los siguientes ‘logros’ negativos:
- Cinco años consecutivos de pérdida de abonados.
- Desaparición de la promoción de la plaza que suponía la presencia de las cámaras de televisión en los festejos taurinos feriales.
- Recorte drástico de la Feria de Abril en cinco corridas de toros.
- La única plaza de importancia que se ha quedado sin ver a José Tiomás desde su última reaparición.
- Eliminación de fechas emblemáticas como el 15 de agosto o conversión en novillada la tradicional corrida del Corpus.
- Casi una década sin reunirse con la Unión Taurina de Abonados.
- Veto a periodistas que, por el ejercicio de su independencia profesional, los considera como ‘enemigos’.
- Desapego en la conexión y empatía con los aficionados sevillanos.
- Ausencia del fomento de actividades taurinas culturales o de promoción.
Ramón Valencia, sobre todo después del impactante triunfo de El Juli en la corrida del pasado Domingo de Resurrección, espera que haya «dos o tres llenos de ‘No hay billetes’ y un par de festejos de llenazo» durante la Feria de Abril, basado en la venta de entradas individuales para ciertos festejos de mayor demanda.
El empresario ha acusado también a los toreros de que «no han entendido que estamos en crisis», en relación a los honorarios que perciben. Así, ha desvelado que en la corrida del Domingo de Resurrección en la Maestranza -con Morante, El Juli y José María Manzanares- la empresa Pagés perdió unos 96.000 euros -unos 16 millones de las antiguas pesetas-, a pesar de colgar el ‘No hay billetes’ en las taquillas. Ramón Valencia asegura que «no nos importa perder ese dinero si somos capaces de recuperarlo en festejos de menos entidad y menor caché de los toreros durante la Feria de Abril».
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